Laporta y Xavi pierden al nuevo Piqué a manos del enemigo fratricida a 3 meses de oficializarse
Las dudas están marcando un cambio de tendencia
Hace pocas fechas todos los caminos del Barcelona en su línea defensiva, más tras la retirada de Gerard Piqué, conducían a Íñigo Martínez, central del Athletic Club de Bilbao con el que tienen un preacuerdo pero que se complica por diferentes motivos. Dos de ellos son Clement Lenglet y Samuel Umtiti; el otro lo firmó el Barça como canterano de oro pero no le gusta a Xavi, y por todo ello Simeone encuentra la puerta para quitarles a los culés el premio deseado.
El problema blaugrana con Martínez es importante, básicamente porque sí quieren hacerse con sus servicios pero antes tienen que despachar a varios jugadores para cumplir con la normativa de LaLiga y esa tarea parece muy complicada. Sí, es cierto que varios equipos están interesados en los dos centrales franceses, pero la distancia entre ese interés y sus sueldos parece insalvable. Y que decir de Eric García, por el que no ha llegado oferta alguna. Todos ellos tienen contrato hasta 2026, lo que aún pone más complicada su marcha: no tienen necesidad de abandonar el Barcelona.
Venta de João Félix
No se dice, pero casi se asegura: João Félix encontrará equipo en verano, posiblemente el mismo Chelsea, y el Atlético de Madrid recibirá esos 100 millones que se han fijado en el Metropolitano como tarifa mínima para venderlo. Con ello, el Atleti tendrá dinero en sus arcas para afrontar ciertos retoques en la plantilla, además de salvar los parches que dejaron las eliminaciones europeas. Firmino es uno de los objetivos y ahora también Martínez, ambos a coste 0 pero cuyos salarios deben contar con este aporte de la venta del luso.
El jugador duda
La situación del Barça hace que el mismo Íñigo Martínez dude ahora de su acuerdo con el Barça, que cada vez ve más complicado debido a lo antes expuesto, y en medio de eso, al hilo de lo publicado ayer, el Atlético de Madrid, un equipo que igualmente jugará Champions League y aspira a los grandes títulos, le ofrece ese paso al frente que ansía el jugador.
Dicho lo cual, puede afirmarse que iba a ser el nuevo Gerard Piqué, un central español de garantías y experiencia, pero se puede quedar en refuerzo del enemigo fratricida.