Las lesiones y el COVID meten en un lío a Xavi: 10 millones a pagar
Otro problema más en la gran lista del entrenador catalán
A pesar de que el FC Barcelona logró una meritoria victoria frente al Mallorca en el último encuentro dominical disputado esta jornada, Xavi Hernández y Joan Laporta tienen otro problema inesperado entre manos, un problema derivado de la gran cantidad de lesiones que está sufriendo el equipo en las últimas semanas. Los percances musculares se están comenzando a acumular en Can Barça con demasiada frecuencia y los contagios por COVID están impidiendo contar al entrenador catalán con todos los efectivos de la plantilla que podría tener a su disposición.
Los jugadores de ataque son los que más problemas están sufriendo en este sentido y eso está impidiendo al Barça contar con los futbolistas deseados para paliar la falta de gol manifestada por el equipo en los primeros meses de campaña. Pedri, Ansu Fati, Ousmane Dembélé o Memphis Depay están padeciendo más percances musculares de los esperados y, además, Xavi se ha cruzado con otro problema más: Yusuf Demir, uno de los jugadores que el técnico podría usar como plan B a los nombres mencionados, no estará disposición del equipo en los seis meses que restan de campaña.
El extremo de 18 años llegó a la Ciudad Condal el verano pasado en calidad de cedido por el Rapid Viena, pero si el joven atacante disputa un solo partido más con la elástica blaugrana, el club deberá abonar 10 millones en relación al acuerdo sellado hace unos meses atrás que obligarían a la directiva a ejecutar la opción de compra. Es cierto que el extremo zurdo, a pinceladas, sí que ha logrado dejar detalles de su calidad técnica, pero en líneas generales no está cumpliendo con las expectativas depositadas cuando el FC Barcelona decidió estrechar un vínculo con él hasta el 30 de junio de 2022.
Xavi es consciente que si quiere reforzar su plantilla deberá privarse de contar con Demir, el cual ha disputado hasta la fecha 300 minutos oficiales con el Barça, en los meses que restan de campaña ya que esos 10 millones bien podrían invertirse en un jugador que sí cuente con el visto bueno del entrenador para su proyecto en el club.