¡Le echan, a la calle! ¡El Madrid lo tiene casi hecho! Zidane está feliz
Los blancos tienen dos ofertas encima de la mesa por él
Tres nombres están en la mente de Zinedine Zidane tras los cuales se abren un sinfín de oportunidades para el Real Madrid. Sin ellos, o mejor dicho con su venta, los blancos pueden proyectar fichajes y acoplar piezas con más facilidad, pero más allá de todo ello, para el míster galo supone llevar tranquilidad y normalidad al vestuario. Y es que Gareth Bale, James Rodríguez y Dani Ceballos están en el club madrileño sin su consentimiento; es decir, si por él fuera ya estarían en la calle. Pero el caso del andaluz, parece, empieza a aclararse y eso hace feliz al francés.
Sí, porque el mediocentro es quien más abiertamente se ha opuesto a su persona, se han enfrentado y ni uno le quiere de vuelta –tras su año de cesión en el Arsenal- ni el otro quiere regresar a un Madrid con Zizou en el banquillo. Simplemente son incompatibles. De ahí que Florentino Pérez esté trabajando su venta, aunque el presidente se haya puesto como meta que de ella el club pueda enriquecer sus arcas lo suficiente como para reutilizar ese montante en una incorporación.
Pues bien, es precisamente desde la Premier League desde donde le han surgido dos importantes pretendientes que van a competir por hacerse con el ex del Betis: el Manchester City y el propio equipo gunner. Y eso es buenísimo para el Madrid, que entiende la competitividad como una fase más en el encarecimiento de su jugador. En la mente de los dirigentes de la entidad del Santiago Bernabéu se dibuja un panorama en el que Ceballos es vendido por no menos de 50 millones de euros.
No hay que olvidar que, pese a su lesión, el futbolista de 23 años causó sensación tras su memorable torneo de la Eurocopa Sub 21 de Francia, que España se llevó con suficiencia de la mano de jugadores como el de Utrera, Dani Olmo o Fabián Ruiz, entre otros. Su cartel en un año no puede haber bajado mucho, más aún cuando ha completado ciertas fases interesantes en la liga inglesa. Sea como fuera, la luz al final del túnel es un hecho en este asunto para Zidane. Uno menos, piensa.