Leo Messi lo tiene cruzado: la pieza del Barça a la que no puede ver
Su relación está completamente rota
Leo Messi tiene problemas con una buena parte del vestuario del Barça, como todos sabemos. Porque con Gerard Piqué ya casi no tiene relación, y con otros jugadores, como Antoine Griezmann o Marc-André ter Stegen, ni se dirige la palabra. Pero siempre separa lo personal y lo profesional, y sabe que, por mucho que no sean sus amigos, deben de ser titulares. De lo contrario, el nivel del equipo se resiente mucho, y no es el mismo.
Pero luego hay otros casos de cracks con los que no tiene buena relación, y encima, no aportan nada, por lo que espera que no jueguen nunca. Es el caso de Junior Firpo, que conocido es por todos los ofensivos mensajes que le dedicó en su día en las redes sociales. Y, más recientemente, está el caso de Francisco Trincao, cuya contratación nunca ha contado con el visto bueno del ‘10’ por varios motivos. El primero, su elevado precio, ya que costó la nada despreciable cifra de 30 millones de euros.
Una cantidad exagerada, por un crack que, en aquel momento, casi ni tenía experiencia en la élite, y ni era titular en el primer equipo del Sporting de Braga. No entendió demasiado la apuesta que hizo Josep María Bartomeu, por un chaval que hace unas semanas cumplió los 21 años. Para eso, mejor apostar por la cantera, donde juegan Álex Collado o Konrad de la Fuente, que pueden ocupar esa posición, y han hecho méritos para tener su oportunidad.
Otra cosa que no gustaba al astro argentino era su nacionalidad, pues muchos afirmaban que era un chivo expiatorio de Cristiano Ronaldo. Sea como sea, la realidad es que, al final, tampoco ha dado un buen nivel sobre el terreno de juego, y ha demostrado estar demasiado ‘verde’. Ronald Koeman le ha dado minutos, y le ha hecho jugar en bastantes encuentros, pero, hasta la fecha, no ha aportado absolutamente nada, y ha dejado una imagen bastante pobre.
Ante el Granada, se pudo ver como Messi y el resto de sus compañeros evitaban pasarle el balón de manera descarada, pues sabían cual iba a ser el resultado.
Solo pérdidas.