Leo Messi logra dar salida a un repudiado por el vestuario del Barça

Fin al culebrón Jean-Clair Todibo, que se estaba alargando más de lo que le hubiera gustado a todos. Porque lo ideal habría sido que hiciera las maletas nada más llegar, ya que le dejaron muy claro, y desde el principio, que no entraba en los planes de Ronald Koeman. De nuevo, estaba condenado a dejar el Barça, al que aterrizó en enero de 2019, a cambio de unos pocos millones de euros, y con el que apenas ha tenido la oportunidad de disputar unos pocos encuentros.

Y no se puede decir que dejara mal sabor de boca, pero desde luego no estaba preparado para jugar, y menos, para tener un rol importante. Estaba algo ‘verde’, y este pasado invierno decidieron que lo mejor era que se marchara a préstamo, para seguir fogueándose fuera del club. Y así lo hizo, poniendo rumbo a la Bundesliga, un lugar idóneo para las jóvenes promesas, y un destino recurrente para los franceses, pues hay muchos jugando allí.

Moussa Niakhaté, Dan-Axel Zagadou, Kingsley Coman, Benjamin Pavard, Lucas Hernández, Dayot Upamecano, Ibrahima Konaté… el ex del Toulouse los tomó como ejemplo, y para allí que se fue, para jugar en las filas del Schalke 04. Un club que le garantizó minutos, y que los tuvo, si bien tuvo que esperar unas cuantas jornadas. Pero luego todo se torció, por culpa de la pandemia, y del bajo rendimiento que ofrecieron los de Gelsenkirchen.

Al final, descartaron hacer efectiva la opción de compra que tenían por él, y regresó al Camp Nou en junio. Y lleva en el mercado de transferibles desde entonces, habiendo sonado para un gran número de equipos, pero ninguno ha hecho una oferta en firme. Se hablaba del Borussia Dortmund, del Everton de Carlo Ancelotti, del Leeds United de Marcelo ‘el Loco’ Bielsa, del Bologna, de la AS Roma, del SSC Napoli, del West Ham United… pero será otro club el que lo acoja.

Concretamente, el Fulham, un recién ascendido a la Premier League, que no ha comenzado nada bien, y que pagará unos 18 ‘kilos’. Una gran noticia para Leo Messi.

Nadie lo quería en el vestuario.