Leo Messi se reencuentra con él y se lo dice: ¡se va del Barça!
Recibe una visita muy especial
Andrés Iniesta hace ya más de dos años y medio que reside en Japón. Porque todavía se resiste a colgar las botas, y juega en el Vissel Kobe, donde ha firmado su último gran contrato, para llenarse los bolsillos. Allí vive una vida muy tranquila y relajada, junto a su familia, y no tiene la misma presión mediática ni la misma exigencia a nivel deportivo que tenía antaño. Se muestra muy feliz, y no se atreve aún a poner fecha a su retirada, pero no será en mucho tiempo.
Incluso se especula que podría ser en 2021, pues en mayo cumplirá los 37 años. Además, el que fuera capitán y una de las estrellas del mejor Barça y la mejor selección española de todos los tiempos se ha lesionado de gravedad. Estará cuatro meses fuera de los terrenos de juego, y ha sido intervenido esta misma semana en la ciudad condal, por lo que pasará un tiempo en España. Y ha aprovechado para visitar a varios de sus ex compañeros y amigos.
Por ejemplo, Gerard Piqué, otro que también está entre algodones, pues estará alejado de la acción durante muchas semanas. Y el autor del gol más importante en la historia de ‘la Roja’ quiso preguntar por como están las cosas en el vestuario, con Ronald Koeman, pues no se explica la crisis que atraviesan. Y también, como no, se reunió con Lionel Messi, con el que coincidió durante 15 años, que se dice pronto, y con el que mantiene el contacto.
Iniesta quiso saber de primera mano que es lo que está sucediendo en el Camp Nou, y también, con el astro argentino. Y el ‘10’ le sorprendió con su sinceridad y transparencia, pues no se mordió la lengua ni se cortó ni un pelo, y le reveló lo que muchos se temían, pero se esperaban. Tiene decidido irse en junio, y, a día de hoy, hay muy pocas posibilidades de que renueve y se quede. Aún no ha firmado nada con nadie, pero en un par de semanas ya podría hacerlo.
Ni siquiera las elecciones para la presidencia del Barça lograrían hacerle cambiar de opinión. Solo el hecho de que llegara Joan Laporta haría planteárselo otra vez.
Y, aún y así, tampoco promete quedarse.