Leo Messi vuelve a rechazar a un jugador: no hay sitio en el Barça

Corentin Tolisso se irá del Bayern de Múnich este verano, con total seguridad. No entra en los planes de Hans-Dieter Flick para la próxima temporada, y ya intentaron deshacerse de él hace unos meses, sin éxito alguno. Ahora, no quedará de otro remedio que traspasarle, y a un precio asumible, pues acaba contrato en 2022, y no quieren perderle gratis en 12 meses. Una opción interesante para varios clubes de primer nivel, como la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo.

A sus 26 años, el internacional galo traería una experiencia importante, y unas cualidades físicas y técnicas bastante buenas. Así lo demostró, sobretodo, en las filas del Olympique de Lyon, lo que llevó a los alemanes a romper la hucha, y pagar más de 42 millones de euros para llevárselo. Hasta hace muy poco, era la contratación más cara de todos los tiempos en la Bundesliga, un récord que luego se quedó Lucas Hernández, que costó el doble.

Pero la realidad es que este pivote defensivo o mediocentro, con ascendencia togolesa, no ha estado nunca a la altura de las expectativas. No ha sido capaz de asentarse como titular indiscutible jamás, y ha pasado más tiempo en el banquillo o en la enfermería que sobre el césped. Formó parte de la plantilla que ganó el Mundial de Rusia en 2018, y poco tiempo después tuvo una grave lesión de rodilla, una rotura de los ligamentos cruzados, que le tuvo muchos meses de baja.

Tolisso no levanta cabeza desde que llegó al Allianz Arena, a pesar de los numerosos títulos que ha conquistado, y piensa en marcharse lo antes posible. Y uno de sus destinos predilectos sería el Barça, para convertirse en relevo de Sergio Busquets, una opción que ya tanteó antes del comienzo de este curso. Pero fue rechazado. Y de nuevo había vuelto a llamar, aprovechando que parece estar en la agenda de Joan Laporta. Aunque, de nuevo, ha tenido la misma suerte.

Leo Messi y Ronald Koeman no parecen estar del todo convencidos. Además, el francés de nuevo se ha lesionado de gravedad, y se perderá todo lo que queda de campaña.

Es decir, que llegaría sin ritmo competitivo.