El lío con Rabiot que sacude el Barça (y Cristiano Ronaldo está metido)

Y no es su fichaje por la Juventus de Turín

El lío con Rabiot que sacude el Barça (y Cristiano Ronaldo está metido)

Adrien Rabiot finalmente no jugará en el Barça. A pesar de que en noviembre quedó todo pactado y su fichaje se daba por hecho, la presión de su madre y agente, Veronique, por lograr un sueldo y una prima millonarios y una plaza en el once inicial garantizada frenó todo.

Tras el fichaje de Frenkie de Jong, y viendo el buen rendimiento de Arthur, Carles Aleñá y Riqui Puig, se decidió descartar la incorporación del internacional francés, que además estaba en plena guerra con el Paris Saint-Germain, que le apartó del equipo por negarse a renovar su contrato, el cuál expiraba en julio.

El portazo azulgrana le sentó como un tiro en el pecho al centrocampista de 24 años, que se quiso tomar la justicia por su cuenta y quiso vengarse fichando por el eterno rival, el Real Madrid, con el que tuvo conversaciones avanzadas.

Florentino Pérez sí estaba dispuesto a cumplir sus demandas económicas, pero todo se fue al garete tras la llegada de Zinedine Zidane, que no quiso saber nada de un jugador con humos de estrella y un ego enorme, que todavía no ha demostrado absolutamente nada en la élite, solo en la débil Ligue 1.

Rabiot, por tanto, se vio sin equipo varios meses. Hasta que llamó la Juventus de Turín, especialista en fichajes de jugadores libres, y que le ofrece un sueldo y una prima importantes, un hueco como titular y la posibilidad de competir por títulos. Los contactos llevan produciéndose meses, pero no querían anunciar nada hasta que no contara con el visto bueno del nuevo entrenador, Maurizio Sarri.

Adrien jugará, pues, en el Allianz Stadium, junto a Cristiano Ronaldo, Giorgio Chiellini, Federico Bernardeschi y compañía. Todo resuelto. O no, porque ahora reclama al Barça una indemnización millonaria, de unos diez ‘kilos’, por romper un acuerdo, firmado en un precontrato.

Y está dispuesto a llevar el caso a los tribunales. Ojo.