Luchó el puesto con Dembélé y ganó, pero ahora sobra en el Barça y Xavi aceptaría su venta por 50M

Del FC Barcelona salieron durante el último periodo veraniego jugadores tan importantes como Sergio Busquets, Jordi Alba y Ousmane Dembélé, aunque estos vivieron una última campaña en el club muy diferente. Mientras el centrocampista se mantuvo firme en el ‘11’ de gala de Xavi, el lateral español y el atacante francés se toparon con dos durísimos competidores como Balde y Raphinha que les impidieron gozar de toda la importancia deseada.

A causa de esto, Dembélé no dudó en ver con buenos ojos la posibilidad de cambiar Barcelona por París y no demoró más Nasser Al-Khelaïfi su ofensiva de 50 millones que posteriormente concretó el traspaso. Y ojo, esta misma cifra es la que espera recibir el Barça, precisamente, por la venta de Raphinha en 2024.

Tal y como hemos podido averiguar en Don Balón, el Chelsea ha reactivado por enésima vez en los últimos años su interés en fichar al internacional brasileño de 26 años. Ya durante la etapa del futbolista en el Leeds United, antes de incorporarse a la disciplina culé, Raphinha fue uno de los focos de atención en las oficinas de Stamford Bridge, pero Joan Laporta echó por tierra el deseo de los blues.

Ahora, son muchos los motivos que alimentan la operación ya que, aunque Raphinha salió airoso del particular duelo que protagonizó con Dembélé durante la temporada pasada por un hueco en titular en el esquema de Xavi Hernández, la irrupción de Lamine Yamal y la presencia de Lewandowski, Fermín López, João Félix o Ferran Torres han mermado mucho su importancia en el equipo hasta tal punto de provocar lo impensable hace unos meses atrás: que el técnico de Terrassa esté dispuesto a aceptar su salida siempre y cuando la oferta merezca un visto bueno.

Aquí es donde el Chelsea, el club que más dinero ha invertido en fichajes durante los últimos años, no parece que vaya a tener excesivos reparos en depositar los 50 millones requeridos por el coloso español para concretar el traspaso de un Raphinha que, sabedor de su pérdida de importancia en la Ciudad Condal, apenas pondrá trabas a la negociación.