Luis Suárez y Leo Messi admiraron su talento y tuvo el OK de Xavi, pero Busquets frustró su regreso
Es una de las ventas más grandiosas en la historia del club
Ni mucho menos la gestión de Josep María Bartomeu al frente del FC Barcelona pasará a los anales del club por ser la más gratificante en cuanto a resultados obtenidos, pero hay algunos brotes verdes en esa era que hoy son noticia en la Ciudad Condal.
Bartomeu fue el propulsor del fichaje de un Arthur Melo que, sin ser apenas conocido en Europa, tuvo en la confianza del expresidente catalán su gran oportunidad para aterrizar en la élite europea y no tardó mucho el brasileño en corresponder esa apuesta. Desde el primer momento el jugador se convirtió en una pieza muy importante en un Barça liderado por Luis Suárez y Leo Messi y logró afianzarse en la línea creativa junto a Sergio Busquets y, en su segunda campaña, Frenkie de Jong.
No obstante, pronto los problemas económicos empezaron a afectar al club y no tuvo otro remedio Bartomeu que aceptar la propuesta de la Juventus en un negocio que dejó 70 millones y a Miralem Pjanic en la Ciudad Condal.
En tal caso, sus prestaciones desde que abandonó el Barça han sido calamitosas y, tras ser apartado por Jürgen Klopp la temporada pasada durante su cesión en el Liverpool, Xavi Hernández intentó cerrar su regreso al club en enero asumiendo que esto no supondría un gran esfuerzo económico para Joan Laporta.
Eso sí, cuando todo estaba más que encarrilado para que Xavi reforzara el centro del campo con un jugador que ya conocía la dinámica del conjunto culé, Busquets se entrometió en ese deseo del entrenador aconsejándole que cambiara de idea, un consejo que surtió el efecto deseado y que finalmente enteró el interés de Xavi en concretar esta incorporación.
Ahora, Arthur Melo en las filas de la Fiorentina, el futbolista brasileño se ha sumergido en una dinámica gratificante en cuanto a participación, continuidad y sensaciones que desde su etapa en el Camp Nou vivía el jugador.