El Madrid se queda solo en la lucha y Florentino tiene 100 kilos listos
El extremo del Borussia de Dortmund se lo ha dicho a Hakimi Achraf
A Jadon Sancho, con la Bundesliga perdida a manos del Bayern de Múnich (que se ha adjudicado su octavo título consecutivo), solo le motiva una cosa de aquí al próximo mes de septiembre: su salida de Dortmund. El inglés sabe del interés del Chelsea y el Manchester United pero también que ambos clubes se mueven ya por otros jugadores. Y en esas hay una tercera opción más silenciosa y a la vez ilusionante que hace suspirar a Sancho y su amigo Hakimi Achraf: el Real Madrid.
Si las circunstancias no ayudan, es decir, si el Madrid no consigue que Gareth Bale y James Rodríguez, además de Mariano, Brahim, Ceballos y compañía, salgan del club será económica y estratégicamente inviable acercar posturas por el genial futbolista británico del Borussia de Dortmund. Pero si consiguen la venta, al menos, del galés, la situación se aclarará. El Madrid no pretendía hacer este tipo de movimientos millonarios en esta ventana, pero saben que difícilmente se presentará una posibilidad como esta.
Sancho es la alternativa (o el complemento) a Kylian Mbappé, por el que se lanzará una ofensiva en el verano de 2021. Por otro lado, la apuesta de los red devils por Jack Grealish, que se acerca al mismo valor que ha puesto el club alemán por Sancho, léase, 100 millones de euros, y la del Chelsea por Timo Werner y Hakim Ziyech imposibilitan una gran oferta de ambas entidades de la Premier League por Sancho.
Así, sin blues y diablos rojos en la disputa, con el Liverpool pendiente de otras transacciones más asequibles, con el resto de equipos echándose a un lado, ya sea por el Fair Play Financiero o, sobre todo, por la imposibilidad económica de abonar 100 millones por el jugador, el Madrid y Florentino tienen vía libre para hacerse con Sancho. Los blancos disponen de la cantidad solo que el club y el presidente dudan acerca de una inversión semejante sin haber colocado antes a Bale y algún otro descarte. Con todo, Sancho sigue sobre la mesa, es amigo de Achraf y el jugador quiere irse.