Máxima inquietud para Koeman, De Jong y Busquets en el Barça por Gavi
El joven canterano ha dejado motivos para el optimismo, pero sus defectos están siendo preocupantes
La irrupción de Pablo Pérez Martín Gaviria, conocido mundialmente como Gavi, en la primera escena europea ha desatado una ola de elogios hacia el jugador que ha eclipsado la labor de muchos otros jugadores del FC Barcelona y de la selección española en las últimas semanas. Son muchas las virtudes que el menudo centrocampista sevillano ha evidenciado en este arranque temporada, pero Ronald Koeman ha visto en el canterano de La Masía un defecto que se ha convertido en un motivo de máxima preocupación en Can Barça: su poco temple a la hora de recuperar balones.
Si algo ha demostrado Gavi en los pocos partidos que ha disputado hasta la fecha en el fútbol de élite es que le sobra personalidad y pundonor sobre el terreno de juego, pero esta cualidad a veces juega un doble filo y, en el caso del futbolista andaluz, está convirtiéndose poco a poco en un problema para los intereses del equipo, sobre todo porque también condiciona la labor de Sergio Busquets y Frenkie de Jong, sus dos socios en el centro del campo blaugrana.
Gavi realiza demasiadas faltas fruto de su afán por recuperar el esférico con la menor brevedad y ese condicionante, cuando es amonestado, juega un papel muy importante en los partidos. Es cierto que el cantarano culé, aun con 17 años, tiene tiempo por delante para ir midiendo ese carácter impulsivo sobre el terreno de juego, pero hasta ahora este factor se ha convertido en una de las grandes inquietudes para Koeman… y dos datos avalan la preocupación del entrenador neerlandés: Gavi comete una infracción cada 25 minutos y recibe dos amarillas cada tres partidos disputados, algo que resulta altamente perjudicial para el equipo atendiendo a que juega en una zona delicada del césped.
Es cierto que los entrenadores suelen aplaudir este tipo de comportamientos contundentes, pero cuando no se controla conlleva que se convierta en un problema, como ya ocurrió el pasado domingo frente al Valencia. El jugador fue amonestado en el minuto 20 por una falta totalmente innecesaria en el centro del campo y a partir de ese momento sus socios en la parcela creativa tuvieron que exceder sus competencias en el plano defensivo para evitar que el joven cometiera otra imprudencia que le pudiera costar la expulsión. Fruto de ello, Busquets fue amonestado poco más de 10 minutos después.
Aí pues, aunque el nivel del futbolista está siendo de las pocas notas positivas del Barça en este primer tramo de la campaña, Koeman tiene trabajo en ese aspecto ya que, en partidos trascendentales, podría ser determinante para los intereses del equipo.