Messi quiere más de él. Hay lío en el vestuario por culpa de Koeman
Un futbolista que marca diferencias.
Lionel Messi está buscando desde el liderazgo generar tensión interna y cambios sobre la plantilla del Barcelona. Los últimos resultados dan cuenta de que el equipo está tocado y no hay algún rendimiento que sea capaz de contagiar a sus compañeros. Particularmente, el ‘10’ le estaría pidiendo una mayor incidencia en el juego a un jugador que Ronald Koeman ha defendido y enaltecido desde su llegada.
En el Barça hay un jugador que nadie tenía en los planes como protagonista y se ha ganado al cuerpo técnico, este no es otro que Pedri. El talentoso jugador de Tegueste llegó al club prácticamente en forma de prueba y terminó deslumbrando. Sin embargo, en el vestuario se habría generado un lío porque creen que el trato preferencial que está teniendo Koeman hacia el mediocentro ofensivo, a final de cuentas lo está perjudicando. Messi no quiere que el joven elemento se pierda entre halagos, pues ha notado que ha dejado de ser tan determinante como hacen parecer.
El pedido de Messi hacia Pedri sería de mayor implicación y capacidad de resolución en el último cuarto de cancha, es decir, que finalice las jugadas. El rosarino quiere que el ex Cádiz remate más al arco, pues entiende que tiene las condiciones necesarias para hacerlo con efectividad. De cualquier manera, aunque se trate de un jugador que vive su primera temporada en el club azulgrana y que apenas cuenta con 18 años de edad, la situación de crisis lo estaría obligando a tener que madurar con otra rapidez y ser decisivo. Esto debido a que el nivel de muchos de los referentes está muy por debajo de sus posibilidades.
Se tensa la cuerda entre Messi y Koeman
La confianza de Messi y otros referentes del equipo en Koeman ya no es tan fuerte como antes. El Sargento ha perdido esa autoridad que lo ubicaba como ideal para tomar decisiones importantes, pues se muestra dubitativo en partidos donde los tres puntos son una obligación más que una necesidad. La relación se está tensando y los antecedentes de Ernesto Valverde y Quique Setién hacen pensar lo peor a muy poco para que finalice el 2020. Al parecer, solo salir airosos de una dura eliminatoria de Champions contra el PSG podría recobrar la tranquilidad, aunque aún falta mucho para eso.