Modric renueva, pero el adiós de Kroos fuerza una genialidad: 21 años y es Seedorf, Redondo y Zidane

Modric renueva, pero el adiós de Kroos fuerza una genialidad: 21 años y es Seedorf, Redondo y Zidane

La gran oportunidad de un futbolista repleto de talento

La renovación de Luka Modric responde a una necesidad, la que ha promovido Florentino Pérez con su obsesión por fichar a Kylian Mbappé, lo que unido a la incorporación costosísima de Endrick obliga a elegir bien las cartas restantes del mercado y conservar el máximo partido y talento de la pasada campaña. Lo de Lucas Vázquez va por el mismo camino. Ahora bien, la edad de Modric y la marcha de Toni Kroos obligan a implantar un nuevo sello, a caballo entre Seedorf, Redondo y Zidane.

La confianza es total; esta temporada debe ser la de la consagración a sus 21 años

Aunque parezca increíble, Eduardo Camavinga está ante su cuarta temporada en el Real Madrid con solo 21 años (y dos Champions League ya en su palmarés) y él es la pieza clave que ha venido faltando en la casa blanca durante estos años, esa capacitada -la única, diríamos- para hacer de Kroos y de algo más. Ni Tchouameni, mucho menos dotado técnicamente; ni Fede Valverde, un todocapista llegador y un velocista, pero no un organizador; ni Modric, Ceballos o Arda Güler, cada uno por sus motivos, están capacitados para hacer de auténtico motor del juego blanco durante toda una campaña; Camavinga, sí.

Camavinga

Esta temporada, sin el germano en el equipo, él será el encargado de colarse entre los centrales para sacar la pelota jugada desde atrás cuando toque, también es el apoderado para hacer bascular al equipo con balones en largo (y corto), de asociarse y hacer que el resto lo hagan, y, sobre todo, de solapar la franja de ataque con la zaga. Pero Camavinga (y de Camavinga) puede hacer más, porque hablamos de un jugador capaz de aunar todo lo bueno que tenían otros ilustres del club de Chamartín, como Clarence Seedorf, Fernando Redondo y Zinedine Zidane.

Del jugador neerlandés posee la potencia y la velocidad en conducción, armas muy interesantes para saltar líneas rivales; mientras que del argentino tiene esa capacidad para hacerse con el control del juego sobre una mezcla de físico, enorme control del balón y dinamismo. Por su parte, el de Cabinda también tiene cosas de Zidane, compatriota suyo, ya que libra por libra es uno de los jugadores de la plantilla merengue con más calidad y con magia escondida. Podemos decir que el Madrid se encomienda a su nuevo Kroos, una versión 2.0 del germano y que ha venido solidificando el club durante estos años.

Camavinga