Ni Flick, ni De Zerbi: Joan Laporta enloquece a los culés con el regreso soñado para relevar a Xavi
El presidente blaugrana tendría una opción muy sorprendente para el banquillo culé
En las últimas semanas, han salido una infinidad de nombres para convertirse en el futuro entrenador del Barça en sustitución de un Xavi Hernández que abandonará el club al finalizar la presente temporada. En este sentido, según la información aportada por Mundo Deportivo, la directiva culé tendría sobre la mesa una opción muy sorprendente y que garantizaría la perduración del Cruyffismo. Y es que, el elegido no sería otro que Frank Rijkaard, que llegaría acompañado de Van Basten como segundo entrenador.
Laporta prioriza el estilo a los nombres
Pese a que entrenadores del calibre de Hansi Flick o Roberto de Zerbi siguen en las quinielas para ocupar el banquillo del Barça, la realidad es que Joan Laporta tiene muy claro que es fundamental mantener el ADN del club pase lo que pase. Y es aquí donde entran las primeras dudas con los nombres mencionados, pues, pese a no estar tan lejos del Cruyffismo, ambos vienen de escuelas lejanas a la neerlandesa, lo que no aseguraría el juego que quieren los culés.
En cambio, contar con una garantía como Frank Rijkaard aseguraría el primer objetivo de Laporta a la hora de mantener viva la identidad del club, la cual ya sufrió demasiado desde Valverde hasta Koeman, los cuales vivían en las antípodas del juego propio del Barça. Y es que, para elegir al que ya fuera entrenador culé entre 2003 y 2008, Laporta ha hecho lo que Johan Cruyff probablemente hubiera recomendado.
Rijkaard no llegaría solo
Por otro lado, según informa el citado medio, Frank Rijkaard no llegaría solo a can Barça, sino que también lo haría acompañado de Marco Van Basten, el cual pese a ser denominado como segundo entrenador, sería tan importante como el mismo Rijkaard, pues su propuesta es la de formar una dupla de entrenadores sin una jerarquía marcada.
Así pues, Joan Laporta maneja una nueva opción de ensueño para ilusionar de nuevo a la afición culé, que con el regreso de un entrenador ilustre como Frank Rijkaard soñaría con volver a ver al conjunto blaugrana en el olimpo del fútbol mundial, como ya hizo en 2006 en Saint Dennis.