Ni Zidane lo vio venir: Luka Modric condena a la mayor promesa blanca

Si la dinámica actual del Real Madrid es tremendamente positiva tras un inicio de campaña terrible para sus aspiraciones es porque Luka Modric se ha erigido como el líder de un equipo que iba a la deriva no hace tanto tiempo atrás.

Sí, a pesar de que sus 35 años le podrían pasar factura y de que el pasado verano estuvo a punto de abandonar Chamartín, el jugador croata está siendo el foco de los elogios en el vestuario tras dos meses en los que ha logrado retomar su mejor versión tras un año nefasto.

Pero el tremendo rendimiento que está ofreciendo Luka Modric ha provocado que otros jugadores hayan caído en un ostracismo del que difícilmente van a poder salir si el jugador sigue a este nivel: el principal, Martin Odegaard. Y es que, precisamente, el futbolista noruego llegó al Real Madrid para tomar el testigo del que fue Balón de Oro hace dos temporadas, ya que éste lo tenía casi hecho con el Inter de Milán. Sin embargo, la situación se torció y el jugador apostó por quedarse en la capital española, al menos, una temporada más. Una decisión que está marcando la situación tan positiva que atraviesa hoy en día el Real Madrid y que podría tener una eclosión final en los próximos meses.

Para su desgracia, Odegaard ha caído en un destierro absoluto en el que apenas está teniendo participación. Al igual que otros jugadores de la plantilla, Zinedine Zidane no tiene la suficiente confianza en el talentoso zurdo y su progresión se está viendo frenada, algo que no le interesa ni a Florentino Pérez ni al propio entrenador galo, ya que Modric no podrá seguir manteniendo -previsiblemente- este nivel mucho tiempo más y la joven perla noruega está llamada a coger el timón del equipo los próximos años.

Para más inri, la reestructuración que tiene planeada el magnate merengue al finalizar la presente temporada podría vestir de blanco a nuevos jugadores que dejen totalmente sin opciones al escandinavo, por lo que éste no dudaría en buscar una alternativa el próximo verano si su situación no cambia en los cinco meses que restan de competición: golpe de efecto y amenaza en el Santiago Bernabéu.