"No" de Xavi a Bernardo Silva y Salah: se reúne con el galáctico 22/23

El técnico sabe que las opciones del Barça en el mercado son pocas

Bernardo Silva es el último nombre que ha sonado para aterrizar en el Camp Nou de una exclusiva lista de galácticos con la que le gustaría contar a Xavi Hernández en su nuevo proyecto en el club. No obstante, la mermada situación económica que atraviesa la entidad dificultará enormemente al técnico catalán cerrar alguno de estos fichajes siendo Salah, Sterling o Lewandowski otra de las alternativas incluidas en su agenda personal, y de ahí que haya cambiado radicalmente su visión para afrontar la temporada 22/23: ya sabe quién es el galáctico al que puede aspirar el Barça, Ousmane Dembélé.

A pesar de que en las últimas semanas parecía imposible convencer al galo para que extienda su compromiso con el club, Xavi se reunirá con el futbolista en las próximas horas para tratar de cambiar su perspectiva de futuro y que siga vinculado al FC Barcelona.

Ousmane

Aquí es donde también el factor económico ha jugado una mala pasada a Joan Laporta ya que el atacante dejó claro hace solo unos meses su idea de renovar siempre y cuando la directiva la siguiera manteniendo el sueldo que ha recibido desde que llegó al Barça en 2017 y el cual oscila los 14 millones netos por campaña. No obstante, la crisis que está sufriendo la entidad está obligando al mandatario culé a suplicar reducciones de salario a una gran parte de futbolistas de la plantilla, especialmente los capitanes del equipo, y Dembélé también debería sufrir las consecuencias para firmar un nuevo contrato el club, algo que el galo no está por la labor de aceptar.

Desde ese preciso momento el distanciamiento entre el crack de 25 años y el Barça ha ido en aumento, sobre todo por la entrada en escena de varios equipos interesados en ficharle, pero ahora Xavi ha cambiado de idea atendiendo a que, si se marcha el francés, podría no presenciar la llegada de otras alternativas galácticas para el nuevo curso.

El técnico sabe que es complicado, pero tendrá un cara a cara con el jugador y con su agente para tratar de convencerle, rebajando su salario de forma parcial (cobraría unos 11 millones pro campaña), pero brindándole toda su confianza como estrella del proyecto.