No es Martín Zubimendi, pero Ancelotti ya tiene el socio de Jude Bellingham: deja KO a Tchouaméni
El recuperado mediocentro amenaza la presencia del pivote galo
El Real Madrid no está viviendo un comienzo de temporada nada sencillo. El conjunto de Carlo Ancelotti no acaba de ser capaz de gobernar los partidos como lo hacía la pasada temporada, donde los blancos imponían el ritmo que querían en cada momento. En este sentido, la medular tiene gran parte de la responsabilidad, gran parte de la cual se le puede achacar a un Tchuaméni que no acaba de convencer cuando juega como pivote, posición para la cual, Camavinga se presenta como la gran amenaza.
Si bien es cierto que el ex del Rennes no es un pivote natural, sí que puede acabar siendo la respuesta para la falta de control y de una salida limpia de balón. Y es que, mientras que Tchouaméni es toda una roca en el centro del campo a la hora de defender, no acaba de ser un jugador fiable cuando toca sacar el balón jugado. Hecho que ha pasado factura a los de Carlo Ancelotti, ya que faltaba ese enlace entre la defensa y Bellingham y Valverde.
Sin ser la mejor solución, Camavinga puede cambiar las cosas
Como hemos comentado, la presencia de Eduardo Camavinga no debería ser la respuesta a todos los males del Real Madrid. Ni siquiera a los problemas en la posición de pivote. Sin embargo, sí que puede aportar esa dosis extra de dinamismo y ritmo a un equipo que a veces parece apagado y carente de dirección. Algo que, con las cabalgadas de Camavinga y su buena capacidad para llegar desde segunda línea sí que se puede solucionar.
Por mucho que Camavinga no sea Martín Zubimendi, la realidad es que el francés puede ser, en parte, ese socio que necesita Jude Bellingham en el centro del campo. Un jugador que sea capaz de hacer llegar el balón en zona de tres cuartos para que el inglés puede juntarse con Vinicius, Rodrygo y Mbappé en el último tercio de campo para acabar siendo decisivo.
Así pues, a pesar de un Tchouaméni que sale claramente perjudicado, todo apunta a que Camavinga es la gran esperanza de Carlo Ancelotti para recuperar ese ritmo de juego que ha perdido el Real Madrid en este comienzo de temporada.