No levanta cabeza desde que Koeman le echó: un crack añora el Barça
Su carrera ha ido cuesta abajo desde entonces
Ronald Koeman echó a varios jugadores del Barça nada más llegar al club, en verano. Uno de ellos, y probablemente el más sonado, fue Luis Suárez, y también el más doloroso. Porque eso provocó un terremoto de una magnitud enorme, que derivó, por ejemplo, en la solicitud formal de Leo Messi para marcharse gratis. El uruguayo, por su parte, uno de los máximos goleados de la historia del conjunto azulgrana, firmó por el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone.
Y las cosas le han ido a pedir de boca, pues ha rendido a un gran nivel, y ha dejado grandes momentos, marcando muchos goles. Sin duda, ha contribuido enormemente a que los colchoneros vayan líderes en La Liga Santander, competición que no conquistan desde el año 2014. En cambio, hay otros a los que la vida no les va tan bien desde que abandonaron el Camp Nou. Es el caso de Ivan Rakitic, otro que también se marchó por la puerta de atrás.
En su caso, ya perdió el puesto como titular después del fichaje millonario de Frenkie de Jong. Su último curso como culé se lo pasó prácticamente entero en el banquillo, y ya se daba por hecha su marcha, tras seis años en la ciudad condal. Allí, todavía es muy querido, pues dejó un gran recuerdo, por el nivel que ofreció, y por su incuestionable profesionalidad y actitud. Pero pocos esperaban que lo regalaran de la manera en la que lo hicieron, sin duda.
Apenas un millón y medio de euros tuvo que invertir el Sevilla para traer de vuelta al que había sido su capitán. Julen Lopetegui esperaba volver a sacar una buena versión del internacional croata, llamado a ser el sustituto de Ever Banega, que se fue a Arabia Saudí. Pero la realidad es que el ex de Basel o Schalke 04 ha estado lejos del nivel esperado, y eso que oportunidades ha tenido de sobra. A sus 32 años, está en una decadencia sin remedio.
Ante sus ex compañeros del Barça, en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, se pudo comprobar.
Lógico que añore esos días de gloria…