No podrá impresionar a Koeman y Zidane: mazazo para un crack

La selección española prepara el partido de la UEFA Nations League frente a la selección de Alemania. Un duelo en el que parten como favoritos, debido a las numerosas bajas que tiene el combinado de Joachim Löw. Y es que los jugadores del Bayern de Múnich, que se proclamaron campeones de la Champions League hace poco más de una semana, no estarán disponibles. Por lo que no podrán tener a Joshua Kimmich, Manuel Neuer, Niklas Süle, Serge Gnabry, Leon Goretzka…

Pero Luis Enrique tampoco podrá contar con uno de sus futbolistas. Y es que Adama Traoré ha sido apartado, después de dar positivo en coronavirus. Eso si, no presenta síntomas, y deberán de repetir el test, pues se temen que es un falso positivo, y más, viendo que el resto del equipo ha dado negativo. Pero, por precaución, no jugará contra los campeones del Mundial de Brasil de 2014. En cambio, sí que lo podrá hacer ante Ucrania.

Se trata de un duro varapalo para la estrella del Wolverhampton Wanderers, dirigido por Nuno Espirito Santo. Ha hecho una gran temporada en la Premier League, siendo elegido en el equipo del Año, y atrayendo el interés de varios clubes. A sus 24 años, al fin ha explotado, y se ha consolidado, dejando de ser una promesa, para convertirse en realidad. Por ello, ya fue convocado para ‘la Roja’ hace unos meses, aún con Robert Moreno en el banquillo.

Pero de nuevo la mala suerte se cebó con él, y en esa ocasión fue una lesión la que le impidió viajar. El ex jugador del Barça perderá, pues, una oportunidad para impresionar a Ronald Koeman y Zinedine Zidane, que estarán muy atentos a sus evoluciones. Porque el extremo derecho está en la agenda del club azulgrana, en el que se crió y llegó a debutar en el primer equipo, y del Real Madrid, ya que es muy del gusto de Florentino Pérez.

Eso si, no estarán solos en la subasta. Porque el Liverpool de Jürgen Klopp, el Manchester City de Pep Guardiola o el Tottenham Hotspur de José Mourinho también han mostrado un serio interés en Traoré.

Su precio, unos 65 millones de euros.