Oficial en horas. La pesadilla del Bernabéu hará soñar al Camp Nou
Florentino siente escalofríos al oír su nombre
El Real Madrid tiene fechas marcadas en su historia que le hacen grande. Finales, remontadas, grandes gestas. Partidos históricos que pueden poner a uno la piel de gallina si siente por dentro el madridismo. El Real Madrid es un equipo de grandes momentos, pero como todos los grandes equipos, también ha tenido sonoros fracasos.
Algunos de esos fracasos siguen encerrados en la cabeza de todos los madridistas. Uno de ellos lo protagonizó el Olympique de Lyon. El equipo francés eliminó hace 10 años al Real Madrid en los octavos de final de la Champions. Era el sexto año consecutivo que el equipo blanco no conseguía pasar de esa ronda. Eran malos años para la lírica.
El Madrid llegó al templo madridista con un uno cero en contra. En el minuto 4 Cristiano ya marcaba el primero y el Bernabéu se relamía. Se venía la remontada. Gonzalo Higuaín tuvo el segundo en un no gol histórico. Falló a puerta vacía. Uno de esos fallos que han perseguido al argentino durante el paso de los años.
El partido se fue igualando hasta que un joven jugador Bosnio conseguía batir a Iker Casillas mediada la segunda parte. El desconocido, por aquella época, era Miralem Pjanic. Su nombre quedó grabado a fuego en la memoria madridista. Uno de esos que nunca quieres volver a pronunciar.
10 años después y cuatro Champions conquistadas más tarde, el jugador va a firmar por el Fútbol Club Barcelona. La Juventus se quiere desprender de él y el equipo culé ha encontrado una manera perfecta de realimentar los fantasmas del pasado. El Bernabéu tiembla con solo oír su nombre. En el Barça se relamen con su nuevo fichaje.
El fichaje del Bosnio según la prensa especializa de su país se hará oficial hoy mismo. Un fichaje que supone un golpe de efecto del Fútbol Club Barcelona por partida doble. Ficha a un veterano jugador, ya tiene 30 años, que aportará experiencia y calidad al medio del campo del conjunto blaugrana, y además consigue crear inseguridades en el eterno rival.
El Santiago Bernabéu se retuerce de dolor. Menuda noche aquella del 10 de marzo de 2010.