Ousmane Dembélé vuelve a atormentar a Laporta y Xavi

El jugador francés puede ser una pesadilla para el Barcelona de aquí al final de temporada

Ousmane Dembélé vuelve a atormentar a Laporta y Xavi

La indisposición gástrica alegada por Ousmane Dembélé para ausentarse del entrenamiento en la Ciutat Esportiva y su salida de la lista de Xavi Hernández en el choque ante el Alavés enrocan perfectamente con los nuevos problemas que tuvo el equipo en Mendizorroza, problemas que en parte un jugador como El Mosquito o el ausente Ansu Fati pueden paliar. Al Barça le falta vértigo, desborde, desequilibrio, verticalidad y Dembélé es todo eso, por lo que cree que tarde o temprano van a darle la razón.

El club ha cerrado la puerta al francés antes de que este siquiera intente una negociación por un nuevo contrato sobre el que expira en junio, incluso apartándole de la dinámica del grupo y de los partidos del Barça, pero la pregunta con la lesión del canterano y los problemas deportivos del equipo de Xavi es pertinente: ¿puede el Barça permitirse de aquí al final de campaña tener en el banquillo o en la grada al galo?

Si la respuesta hubiera de darla Xavi esta sería clara: Dembélé volvería no solo a las listas del técnico sino a la titularidad. El francés no es Leo Messi ni el Neymar Júnior del Barcelona, al menos hasta la fecha, pero siendo lo que sí es hoy ya es el gran recurso ofensivo del Barcelona, que no es decir poco, máxime si falta entre esta lista de posibilidades Ansu Fati, que estará fuera de los terrenos de juego al menos un mes y medio. 

Dembélé

De modo que una vez que acaba el reciente mercado de fichajes invernal, cabe preguntarse si el club, que le ha dado unas directrices muy claras a Xavi, sigue en sus trece de cerrar la puerta al galo o por el contrario se pliega al extremo y le permite jugar. Tengan en cuenta que el Barcelona ha dejado ir la Supercopa de España (eliminado por el Real Madrid) y la Copa del Rey (eliminado por el Athletic Club de Bilbao), está fuera de la Champions League y ‘obligado’ a llegar a la final de la Europa League y LaLiga está prácticamente imposible, de modo que el margen deportivo de Xavi y el Barça es mínimo (es más, el domingo día 6 se la juegan ante el Atleti) y Dembélé, que sabe que tiene la sartén por el mango en este asunto, espera su momento: tarde o temprano las urgencias culés obligarán a llamar a su puerta.