A partir de ahora Florentino lo hará en secreto. Está harto
El presidente está muy cansado de algunos jugadores de la primera plantilla

Cuando el COVID-19 amenazaba con detener las competiciones europeas, allá por comienzos del mes de marzo, el presidente del Madrid y uno de sus jugadores, Casemiro, estaban inmersos en la negociación por la renovación del jugador brasileño. El centrocampista defensivo terminaba contrato en junio de 2021 y el Madrid no quería que ningún club tantease al canterano.
Por eso el club le ofreció una renovación al alza, ampliando dos años su contrato y aumentando sustancialmente su sueldo hasta los 19 millones brutos, lo que supone duplicar sus emolumentos. El hecho de que la firma se estampase en plena crisis y recorte de sueldos levantó suspicacias entre algunos miembros del vestuario y compañeros de Case, como por ejemplo el capitán Sergio Ramos.
Florentino hace tiempo que le estaba dando vueltas a la idea de dejar de hacer públicas las renovaciones para evitar así conflictos internos en el vestuario y todo esto le ha reforzado la idea. De hecho, la renovación del propio Casemiro se firmó en la más estricta intimidad, sin ningún acto público (lógico estando en pleno estado de alarma) ni tan siquiera un comunicado oficial en la web.
Y es que Florentino, que lleva ya casi dos décadas como presidente del Real Madrid, sabe que la gestión del grupo es lo que más desgasta a los dirigentes y por ello tratará de evitar las situaciones en las que las envidias de los futbolistas pudieran acrecentarse. Esta medida supondrá que la afición merengue no sabrá cuándo se ha renovado a sus futbolistas pero evitará que, tras la firma de una ampliación de contrato, algún compañero vaya al despacho del presidente pidiendo más dinero.
Lo que se ha conocido de la renovación de Casemiro ha sido gracias a filtraciones pero el Madrid pondrá todo de su parte para que en las venideras esto no vuelva a ocurrir y nadie, salvo el interesado y el club, sepan las cifras reales.