Philippe Coutinho entra en un cambio de cromos impresionante

Philippe Coutinho tiene que dejar el Barça lo antes posible, y su destino más probable es la Premier League. De hecho, hace solamente unos días fue vinculado al Leicester City, donde tendría la posibilidad de ser entrenador nuevamente por Brendan Rodgers, al que ya tuvo en el Liverpool. Sin embargo, es una opción realmente complicada, pues los ‘foxes’ no tienen tanto dinero como para poder permitirse pagarle el elevado sueldo que percibe.

Aunque, por suerte para el internacional brasileño, ha aparecido otra alternativa en su horizonte, de un equipo que sí estaría dispuesto a hacer un esfuerzo importante para llevárselo. Ese no es otro que el Arsenal de Mikel Arteta, que, tras quedarse sin Martin Ödegaard, que regresará al Real Madrid tras su cesión, ha pensado en el que también fuera jugador de Inter de Milán, Vasco da Gama, Real Club Deportivo Espanyol o Bayern de Múnich.

Y pueden pagarle prácticamente lo mismo que se embolsa en el Camp Nou, unos 20 ‘kilos’ netos. Eso si, no tienen dinero para poder pagar su traspaso, y el ‘canarinho’ tendría que aceptar que no disputarán competiciones europeas este curso. Aún y así, parece convencido y seducido por la posibilidad de aterrizar en el Emirates Stadium. Y, a cambio, ofrecerían a Joan Laporta la opción de meter a Héctor Bellerín en la operación, en un cambio de cromos increíble.

El internacional español era uno de los grandes anhelos del Barça para este verano, y ahora podrían tener la oportunidad de hacerse con sus servicios. Eso si, hay que decir que ya no parece ser necesario, pues tienen a Sergiño Dest, Sergi Roberto, y Emerson Royal, al que acaban de reclutar procedente del Real Betis Balompié. A menos que se vayan dos de ellos, el que fuera canterano culé, abandonando La Masía con 16 años, no tendría hueco.

Ronald Koeman tampoco es partidario de traer al catalán, que no viene de hacer su mejor temporada, y que ha tenido problemas serios con las lesiones de rodilla. Habrá que esperar a los acontecimientos, y no se descarta nada.

Pero, hoy por hoy, las cosas están como están.