El plan de Florentino Pérez que ni el virus para: ¡Más millones que nadie!
El máximo mandatario lo tiene claro
Florentino Pérez lo tiene claro, él es el ser superior (frase que dijera Emilio Butragueño en aquella memorable frase). Como los grandes artistas del pasado, piensa que lo más importante en su persona es su legado, de ahí que el más importante, el que deje como presidente del Real Madrid, debe ser imborrable y casi eterno, al menos para los próximos 100 años. Su reflejo es Santiago Bernabéu, el presidente que da nombre al campo del Madrid, al que aspira incluso a sustituir como leyenda del club. Y para ello tiene un plan que ni el coronavirus puede detener. Su herencia será indestructible.
Y ese pasa por su gran obsesión desde siempre en la entidad de Concha Espina: hacer del estadio del Real Madrid la obra más grande y lustrosa vista en el planeta fútbol, al tamaño y la grandeza, inigualable, se su mandato y su club. Dicho y hecho. Al menos está en el camino de hacerlo, porque las obras del Santiago Bernabéu no se han detenido. Se detendrá la economía, los comercios o cualquier actividad, pero no la construcción de su legado.
Y es faraónico. También está sujeto a unos tiempos de construcción que Florentino no quiere romper. Sabe que gran parte del éxito histórico de su equipo está asentando en la leyenda que palpita dentro del coliseo blanco, en su grada, y espera que esta vibre según las fechas que se ha marcado. “Aquí no se para nada”, parecen decir las máquinas que trabajan frente a sus muros. Y estas obras no se han detenido porque la reforma pasa por un punto clave: eliminar esa cubierta que resguarda al público del campo. Cuando acaben las reformas, el público estará como en casa.
En el punto actual, la transformación la realizan cuatro enormes grúas que, localizadas en cada una de las esquinas del estadio, pretenden remplazar esos viejos techos por la enorme cúpula retráctil proyectada, una que permitirá cubrir el estadio cuando la situación meteorológica así lo recomiende. Y es tal la obsesión de Florentino con su obra que, gracias al parón por la pandemia, quiere acelerar para sacar partido de la actual situación y acortar los plazos fijados. Esto no lo detiene nadie.