Quiere ser el relevo de Suárez (y ya ha llamado a Messi y al Barça)
No pierden la esperanza
Ezequiel ‘el Chimy’ Ávila no se quita la espina. Porque, tras una gran temporada pasada en el Huesca, a pesar del descenso, este verano la estaba rompiendo con Osasuna. Algo menos de tres millones de euros pagaron por él desde Pamplona, apostando por su entrega, su sacrificio y su garra, con la esperanza de que fuera su gran referencia ofensiva.
Una gran responsabilidad para el argentino, que asumió el reto de liderar a un equipo recién ascendido, cuyo objetivo era, simplemente, lograr la salvación. Un desafío que se puede decir que, en parte, ha cumplido con creces, pues ocupan una tranquila undécima posición en La Liga Santander, nueve puntos por encima del descenso. No hay nada hecho, pero casi.
Y gran parte de culpa la tiene el ex de San Lorenzo de Almagro, autor de once goles y tres asistencias en todas las competiciones. Unas cifras impresionantes, teniendo en cuenta que no tiene compañeros a su lado que le faciliten en exceso la faena. A sus 26 años recién cumplidos, su gran nivel no había pasado desapercibido para clubes como el Valencia, el Sevilla, el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, o incluso el Barça.
De hecho, en enero tantearon a Ávila, tras la lesión de Luis Suárez. Y estaban dispuestos a pagar cerca de 20 millones de euros por él, una cantidad muy a tener en cuenta. Pero una grave lesión en su rodilla hizo que todo saltara por los aires. Porque lleva sin jugar desde entonces, y muy difícilmente podrá hacerlo antes de que termine la presente temporada.
Un contratiempo que ha truncado el sueño del ‘Chimy’ de vestir de azulgrana, y de debutar con la selección argentina. Pero ya se ha puesto en contacto con Leo Messi, para asegurarse que le siguen teniendo en cuenta de cara al futuro en el Camp Nou.
Tiene claro que volverá mejor que nunca.