Raphinha, roto: este fichaje de Laporta provocará su salida del Barça... gracias a Luis Enrique
El asturiano confió en el jugador y sus prestaciones en La Roja le han permitido llamar la atención del mandamás culé
Dani Olmo es uno de los futbolistas que más han dado que hablar a lo largo del presente curso en las oficinas del Camp Nou. Sus prestaciones con la selección española siendo un hombre indiscutible para Luis Enrique (veremos si mantiene ese rol con Luis de la Fuente) y su paso por la cantera del conjunto blaugrana incentivaron a Joan Laporta a prestar atención en él con el creciente de deseo de reforzar la plantilla que está a las órdenes de Xavi Hernández.
Si algo ha demostrado Olmo durante las últimas temporadas es que atesora condiciones futbolísticas que encajan a la perfección con los requisitos exigidos por el técnico catalán y de ahí que su nombre haya estado rondando por las oficinas del Camp Nou durante todos estos meses, con especial énfasis desde que Raphinha se ha convertido en un problema más que en una solución.
Aunque el nivel del brasileño no está resultando del todo decepcionante, ciertas actitudes del jugador de 26 años no han sentado nada bien a las altas esferas del club y de ahí que el Barça lleve varias semanas sopesando su salida el próximo verano.
Es necesario recordar que el propio Olmo realizó una entrevista a principios de año en la que afirmó de forma tajante su deseo de regresar a la Ciudad Condal en algún momento de su carrera y, tras este giro de 180º con Raphinha, Joan Laporta está dispuesto a acercar posturas con el atacante catalán para poder dar la patada al brasileño solo un año después de pagar 58 millones por su incorporación.
En este sentido, la intención del FC Barcelona es que el expupilo de Luis Enrique aterrice en el club por una cantidad en torno a 20 kilos ya que el Leipzig sabe que podría perder al jugador gratis en 2024 (acaba contrato) y que sus prestaciones convenzan a Xavi para ocupar un puesto titular en el ataque junto a Robert Lewandowski y Ousmane Dembélé, aunque con una vocación mucho más asociativa y no tan desequilibrante como el francés o el propio Raphinha, a quien cada vez se le presentan más complicaciones para ocupar un puesto en la plantilla culé 23/24.