Raúl González rompería con Ancelotti y Zidane: cerca de Guardiola, Xavi y una sorpresa
El exjugador del Real Madrid y entrenador del Castilla cambiaría el estilo de juego blanco
Si en el Real Madrid existe en estos momentos un debate, tanto interno como externo, acerca de quién, llegado el caso, podría ser el mejor sustituto para Carlo Ancelotti es porque las cosas, ya sea por juego, resultados o sendas circunstancias, no están saliendo como se esperaba, que es el caso. Sabe Carletto que a Florentino, sin resultados, no se le conquista y sabe que uno de los que suena para sustituirlo está muy cerca de él.
Raúl González Blanco, leyenda merengue y entrenador del Real Madrid Castilla tiene tres cosas que lo hacen competente y posiblemente lo habilitan para la función: la primera de todas es que es eso, un mito del Madrid, donde lo ganó todo. Por otro lado, lleva ligado mucho al club y su compromiso es manifiesto, además de sus resultados. Por último, Raúl sería un recurso fácil, barato, continuista, de la casa y que modificaría totalmente la gestión y la filosofía de juego merengue.
Los equipos de Raúl son, en muchos casos, opuestos a los de Carlo Ancelotti: donde uno prioriza el orden y el rigor táctico, que se basa en la defensa, el otro prefiere poblar el campo del adversario, en cierta forma siendo vertical pero arriesgando. Además, donde a uno le cuesta romper la rigidez de su idea y su once tipo, el otro tiende a cambios continuos. Lógicamente Raúl, además, es un gran conocedor de la cantera y haría más uso de ella.
Y si tenemos que fijar modelos de juego en base a cómo juegan los equipos del exdelantero estos se distancian de Zidane y Ancelotti para asemejarse a componentes de los de Xavi Hernández, Pep Guardiola y Antonio Conte. Al mítico 7 le gusta a veces jugar con tres centrales, lo que dispara la amplitud del equipo y el control del juego, adelantado líneas y metiendo carrileros muy profundos, situación que aprovecharían Militao, Rüdiger y Alaba. De la misma manera, si bien su idea es variable en función de las circunstancias y el rival, le gustan equipo anchos, que abran el campo y sometan al rival a un despliegue considerable, desde un juego directo y en bloque alto.
