Raúl lo proyecta mejor que Pedri y Gavi: Luka Modric es su espejo y Chamartín sueña con su joya
El canterano del Real Madrid está listo para dar el salto al primer equipo
Hace demasiados años que el Real Madrid no puede ilusionarse de verdad con una joya de su cantera. A diferencia de clubes como el Barça o el Manchester City, los blancos no suelen desarrollar tantas estrellas a través de su cantera como lo pueden ser Gavi o Phil Foden. Sin embargo, en Chamartín siguen muy esperanzados con el ascenso al estrellato de Nico Paz, el joven canario que ilusiona por ser el relevo natural de Luka Modric en el Real Madrid.
La medular del Real Madrid le complica el paso
Desafortunadamente para Nico Paz, su llegada al primer equipo será todavía más complicada de lo habitual. El español se ha encontrado con unos obstáculos difícilmente salvables, como lo son todas las estrellas que forman el centro del campo blanco: Camavinga, Bellingham, Valverde, Modric, Kroos y Tchouaméni son una competencia muy dura a no ser que se tire la puerta abajo, algo que deberá hacer Nico Paz si quiere entrar en los planes de Carletto.
Pese a todo, el tinerfeño gusta mucho al cuerpo técnico merengue, que pese a saber que no es el momento de ponerlo en dinámica de primer equipo, seguro que lo tendrá en cuenta en caso de emergencia o de cara a los primeros partidos de Copa del Rey, donde se podría dar su tan esperado debut oficial.
El 10 de Raúl y la perla del Castilla
Pese al incierto futuro de Raúl al frente del filial del Real Madrid, si hay algo claro es que Paz es el líder del equipo. El canario ha tomado las riendas que soltó Sergio Arribas en el pasado mercado de verano para enfundarse el 10 y ser esa estrella que todo el mundo espera que sea, un crack a la altura de los Pedri y Gavi y que en un futuro sea el nuevo Luka Modric.
Así pues, el joven crack del Real Madrid apunta a cuotas mayores que el Castilla. Sin embargo, harán bien en Chamartín de no meter excesiva prisa a su canterano estrella, pues más vale que llegue algo más tarde al primer equipo para asentarse, que subir para después bajar, con el golpe anímico que ello conlleva.