Regalo para Florentino: Isco Alarcón tiene dos pretendientes Champions

A nadie se le escapa en el entorno del Real Madrid la situación desesperada de Isco Alarcón, completamente fuera del equipo y encima tocado por la mala fortuna. El choque ante el Athletic Club de Bilbao del pasado miércoles (1-2) podía haberle dado una oportunidad en el once de Carlo Ancelotti o al menos entre los recambios del míster italiano, pero su positivo por covid-19 le dejó fuera de la convocatoria y, a estas alturas, casi fuera del club. Eso sí, Florentino puede tener su regalo navideño de manos de estos dos equipos Champions.

Es verdad que el batacazo para el Sevilla y el AC Milan esta temporada en la Liga de Campeones ha sido enorme, con los rossoneri incluso quedándose sin opciones de jugar la Europa League (fueron cuartos del Grupo B, el del Liverpool y el Atlético de Madrid), pero los dos conjuntos, además de ser históricos y campeones de competiciones europeas, también tienen prácticamente asegurada su participación en la próxima Liga de Campeones, ya que ambos son casi las únicas alternativas a los líderes de LaLiga y la Serie A, Real Madrid e Inter de Milan, respectivamente; por lo que son destinos muy atractivos.

Por ello es sorprendente que estos dos conjuntos se hayan interesado por un Isco Alarcón que lleva sin tener importancia en el Real Madrid desde hace más de dos temporadas. Con todo, la situación del andaluz, sin sitio entre los titulares ni los suplentes de Ancelotti y con su contrato a un paso de terminar (finaliza su vinculación con el equipo merengue en junio de 2022) hace que sea un recurso interesante para Julen Lopetegui y Stefano Pioli.

Sobre ambas escuadras y con respecto al centrocampista merengue, hay que decir que el equipo inquilino del Sánchez Pizjuán le lleva ventaja al de San Siro, más que nada porque el míster de los hispalenses es un ex Madrid y Selección española, conoce a Isco y le quiere buscar un hueco. Así las cosas, la propuesta, que lógicamente irá a la baja, debe satisfacer tanto al comprador como al vendedor (esto último no será muy complicado) y que el futbolista, como esta vez sí parece, desee irse.