Ronald Koeman comunica a cuatro jugadores que no cuenta con ellos
Todos ellos deberán de salir del Barça
Ronald Koeman está haciendo una limpieza a fondo en el vestuario del Barça, y se está encargando de echar a la mitad de la plantilla. No cuenta con una buena parte de ellos, y cree que hay muchos jugadores que no se merecen su puesto, ni cobrar lo que cobran a día de hoy. Ya se han concretado las salidas de Jean-Clair Todibo, Junior Firpo o Francisco Trincao, pero no se da por satisfecho, y se ha reunido hasta con cuatro futbolistas más.
Comenzando por Carles Aleñá, que ha regresado tras su cesión al Getafe, no demasiado fructífera. Ha tenido cierta continuidad, y ha seguido acumulando experiencia en La Liga Santander, pero no ha convencido. Le buscan un nuevo destino, bien sea a préstamo, o, esta vez, traspasado definitivamente, guardándose una opción de recompra. Lo que está completamente descartado es que se quede, como hizo el año anterior, al volver del Real Betis Balompié.
Otro que tiene muchas papeletas para ser prestado es Iñaki Peña, que se ha cansado de ser el tercer guardameta, y de conformarse jugando en el filial. Esperaba que este verano le dieran la oportunidad de ser el suplente de Marc-André ter Stegen, echando a Neto Murara, pero no será así. Y es que, en caso de que se vaya el brasileño, la intención de Joan Laporta es traer a otro arquero, para ser titular en las primeras semanas de competición.
Siguiendo con la lista, y terminando con los que vuelven tras cesión, nos encontramos el caso más delicado de todos: el de Moussa Wagué. Otra apuesta de Josep María Bartomeu que no dio sus frutos, si bien llegó a debutar con el primer equipo. Tuvo mala suerte en su cesión al OGC Niza, pues la pandemia le impidió jugar más en la Ligue 1, y, en su aventura por el PAOK de Salónica, sufrió una grave lesión, que todavía le tiene en el dique seco. Por eso, será complicado encontrarle comprador. Lo más probable es que se quede en el Barça B.
Para acabar, un Miralem Pjanic del que ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir.