Ronald Koeman por fin roza sus dos bombas: el Barça los tiene listos
El FC Barcelona alcanza el punto que buscaba
La victoria anímica y real del FC Barcelona en la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club de Bilbao (0-4) abre un abanico de posibilidades enorme para el Barça de aquí al final de temporada. De hecho, están a un paso de tocar con los dedos las dos bombas con las que sueñan los gigantes al comienzo de cada temporada, y lo hacen cuando nadie lo esperaba hacía tres meses, lo cual deja en una situación privilegiada al club catalán antes del mercado de fichajes.
Y es que recordemos que este Barça ha tocado los infiernos hasta extremos no vistos en Can Barça en las dos últimas décadas, sobre todo en lo institucional, y sin embargo ahora con Joan Laporta en la presidencia y Ronald Koeman en el banquillo, el Barça se asoma al deseado doblete, que sería, dada la precaria situación comentada, un auténtico hito y desde luego un éxito para la actual gestión de la entidad cinco veces campeona de Europa.
De momento, el Barça ya depende de sí mismo para llevarse el segundo de los dos títulos que necesita para conseguir su doble bombazo, como es LaLiga, toda vez que la Copa del Rey ya está en las vitrinas culés. Con ocho partidos por delante para los de Tintín, es clave en el calendario la cita ante el líder, el Atlético de Madrid, el 8 de mayo, ya que si los tres equipos -Atleti, Real Madrid y Barça- ganaran todos sus compromisos hasta el final, el choque entre blaugranas y colchoneros decidiría el campeonato doméstico.
Getafe, Villarreal, Granada y Valencia son los cuatro próximos compromisos de un Barça cargado de moral y argumentos deportivos: gana y golea, vuelve a tener velocidad de circulación e incluso Antoine Griezmann (muy discutido durante esta temporada y media que lleva en el club, sobre todo por el precio de su fichaje) parece haber recuperado un nivel óptimo. Por tanto, si todo sigue según los planes culés, podrán dejar atrás al Madrid y lanzarse a por la liga si ganan los ocho partidos, lo cual, visto de dónde vienen, no parece un reto mayúsculo.