Ronald Koeman prohíbe el regreso al Barça de un jugador

Le comunica a Joan Laporta que no cuenta con él

Ronald Koeman prohíbe el regreso al Barça de un jugador

Carles Aleñá se marchó en el pasado mes de enero del Barça, en busca de minutos y continuidad. Justo lo que le faltaba en el club de su vida y de sus amores, en el que todavía no ha podido triunfar ni consolidarse, pues aún no ha encontrado a un técnico que confíe en él. Ronald Koeman le prometió que entraba en sus planes, y que iba a ser una pieza importante en la rotación. No obstante, se pasó el primer tramo de la temporada casi en blanco.

Por esa razón, decidió marcharse nuevamente a préstamo, tal y como hizo un año antes. En esa ocasión, se marchó al Real Betis Balompié, que trató de retenerle, si bien acabó por volver a la ciudad condal. Pasó seis meses en el equipo andaluz, acumulando experiencia, pero no destacando lo suficiente. Y más de lo mismo le está sucediendo en el Getafe de José Bordalás, donde, al menos, sí que puede presumir de ser un fijo en los onces iniciales.

Aleñá

Pero la realidad es que no está aprovechando sus oportunidades. Se ha contagiado de la mala racha que atraviesan, y del pobre ritmo del resto de sus compañeros. Apenas se atreve a pedir la pelota, y no controla los tiempos del partido, justo lo que le pedían. Eso explica como los ‘azulones’ están tan abajo en la clasificación, pues son decimoquintos, solo cuatro puntos por encima del descenso. Y su objetivo, recordemos, era pelear por competiciones europeas.

El internacional español sub 21 no seguirá en el Coliseum Alfonso Pérez, por lo tanto, y regresará al Camp Nou en junio. Eso si, ya sabe que deberá de volver a hacer las maletas, y buscarse un nuevo destino, pues Koeman le ha dejado bien claro a Joan Laporta que no cuenta con él. Es decir, que lo más beneficioso será una nueva cesión, esta vez, al extranjero, pues en La Liga Santander apenas hay interesados, o un traspaso a título definitivo.

Aleñá, que en su momento era la gran joya de La Masía, es otra de esas promesas que se ha quedado por el camino.

Por suerte, aún es joven.