Se arrepiente de rechazar a Zidane: ahora ya no hay vuelta atrás

Tanguy Nianzou Kouassi fue uno de los grandes protagonistas del pasado verano, pues dio mucho de que hablar. Y no es para menos, tratándose de una de las mayores promesas del futbol mundial, y viendo su experiencia en las filas del Paris Saint-Germain. A pesar de su juventud, ya había disputado unos cuantos encuentros en la Ligue 1 y en la Champions League, y siendo titular en varias ocasiones con Thomas Tuchel en el banquillo.

Pero, además de todo eso, lo que hacía tan interesante a este defensor del año 2002 era el hecho de que terminara contrato en el mes de junio. Y a pesar de los intentos que hicieron en el Parque de los Príncipes por retenerle en sus filas, ya tenía tomada la decisión de hacer las maletas. Pretendientes no le faltaron, y tuvo muchas ofertas sobre la mesa, y opciones donde elegir. Entre ellos, el Barça, y sobretodo, el Real Madrid, por orden de Zinedine Zidane.

El técnico galo supo ver el potencial de su compatriota, que ha sido internacional con la selección gala hasta en la categoría sub 18, y se lo pidió a Florentino Pérez. El problema es que este espigado central de 187 centímetros, que también puede jugar como pivote defensivo, pues tiene buen manejo de balón, una de sus grandes virtudes, ya lo tenía hecho con otra escuadra. Y firmó por el Bayern de Múnich, precisamente, el verdugo del PSG en la final de la máxima competición continental.

Sin embargo, las cosas no le han ido nada bien a Kouassi, que también posee la nacionalidad costamarfileña. Y es que apenas ha tenido minutos ni oportunidades en el Allianz Arena, pues no le ha entrado por los ojos a Hans-Dieter Flick, que le ve demasiado verde. Y no solo eso, si no que antes ha apostado por talentos de la cantera, dejando al francés completamente marginado. Sus estadísticas hablan por sí solas: solo ha disputado un encuentro en la Bundesliga, jugando 21 minutos.

Parece lógico que Nianzou, como se ha hecho llamar, se quiera ir, y se le esté buscando un préstamo.

Las cosas en el Santiago Bernabéu habrían ido diferente.