Sergio Ramos señala el mayor error cometido por Zinedine Zidane

A pesar de que ya han pasado casi dos años, en el Real Madrid todavía se tiran de los pelos por el traspaso de Marcos Llorente. Muchos ya advirtieron a Zinedine Zidane de su potencial, y creían que merecía más oportunidades de las que tenía, y que, con un voto de confianza, podría ser pieza clave en un futuro cercano. Pero el técnico galo no supo dejar de lado los problemas personales que tuvieron en su día en el Castilla, como con Sergio Reguilón.

Y no puso ningún tipo de obstáculo al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, que apenas pagó 30 millones de euros, una ganga, visto lo visto. Ya venía de hacer un año bastante decente en el cuadro blanco, y la intención era que ocupara el vacío de Rodrigo Hernández, que se marchó al Manchester City de Pep Guardiola. No obstante, es cierto que su adaptación fue bastante más lenta y complicada de lo que se esperaba, pues le exigían mejorar mucho físicamente.

Además, no se sentía del todo cómodo con el esquema del entrenador argentino, y por eso empezó siendo suplente. Hasta que todo cambió en esa mágica eliminatoria de octavos de final de la Champions League, frente al Liverpool de Jürgen Klopp. Entró como revulsivo, y fue el responsable de la victoria rojiblanca, gracias a sus dos golazos en la prórroga, que sirvieron para clasificar a los suyos a los cuartos. Tras eso, llegó la pandemia, que aprovechó para ponerse al 100%.

Cuando regresó la acción, ya era otro jugador completamente diferente, y ‘el Cholo’ comenzó a ponerle algo más adelantado. El resultado ya lo sabemos todos, pues Llorente se ha convertido en uno de los mejores jugadores de toda La Liga Santander, siendo también un fijo en las últimas convocatorias de Luis Enrique para la selección española, con la que irá a la Eurocopa. 12 goles y 11 asistencias son sus estadísticas, una auténtica burrada.

Normal que en el Santiago Bernabéu todavía se acuerden de él. Lo regalaron, y, encima, al eterno rival local. En el Manzanares todavía le dan las gracias.

Uno de los grandes errores en la vida de ‘Zizou’.