Shock en LaLiga: anuncia que ha firmado y deja plantados a Barça y Atlético

Lo que comenzó como un sueño, una pasión mantenida entre la liga española y uno de los futbolistas más creativos y talentosos que han pasado en los últimos años por LaLiga, terminó en desilusión, ya que en los dos gigantes en los que militó dejó mal sabor de boca. Arda Turán fue vitoreado por el difunto Vicente Calderón y también por el Camp Nou, pero al final se fue por la puerta de atrás y sin gloria duradera, ni de blaugrana ni de rojiblanco. Pues bien, ahora sigue su idilio con el fútbol al fichar por otro transatlántico, esta vez de su país.

A sus 33 años, el jugador turco vuelve al fútbol y a la que fuera su casa, Galatasaray, en su tierra natal, Turquía, firmando un nuevo contrato y alargando su carrera; eso sí, a costa de haber dejado en la estacada al FC Barcelona y al Atlético de Madrid. Con los primeros no cumplió con las expectativas y su presencia en el club culé fue meramente testimonial, con ciertas dosis muy puntuales de genialidad.

Más duradera fue su huella en Madrid, donde dejó sus mejores años en España con algunas jugadas para la historia. Sin embargo su figura, como la de Antoine Griezmann en la actualidad (firmó por el Barcelona el pasado verano por una cantidad de 120 millones y con un fichaje polémico por haberse supuestamente gestado durante la temporada en juego con el Atleti), no es recordada con cariño ya que abandonó la disciplina colchonera para irse a uno de sus principales rivales del Atlético en LaLiga, el Barça.

El pasado mes acabó su vinculación definitivamente con los blaugranas después de haber pasado por graves problemas legales (se vio envuelto en una pelea, con armas de fuego por medio) y tras una cesión en el actual campeón de la liga turca (el proyecto ligado política y económicamente al presidente del país otomano Recep Tayyip Erdogan, el Estambul Başakşehir), ahora vuelve al club que le vio nacer y en el que militó durante seis temporadas (con una por medio en Vestel Manisaspor), el Galata. Tiene toda la temporada para demostrar su calidad o, por el contrario, certificar que su gran momento, el que se vio por instantes en España, ya pasó.