Si falla Cavani el Atleti ofrecerá 10 kilos por esta estrella

Se acaba el plazo para fichar futbolistas en este mercado de invierno y el Atlético de Madrid necesita gol y un futbolista diferencial que aporte un extra al equipo, como se pudo ver en la decepcionante imagen del equipo, una más, ante el Eibar este fin de semana, donde el Atleti se dejó tres puntos y la dignidad (2-0). Y es que, lejos de las grandes citas, como la del Barça, en las que suele aceptar el rol de contragolpista, al cuadro colchonero le cuesta proponer. Eso lo sabe Simeone, que también lo provoca, como también ansía disponer de un jugador de clase mundial que revierta esa situación ¡Ya tienen en mente otra estrella!

Y eso que tiene talento a raudales para hacerlo en su plantilla. Entre sus jugadores con clase mundial destacan no uno o dos nombres, sino bastantes más. Saul Ñíguez, Thomas, Correa, Vitolo, Koke, Joao Felix o Thomas Lemar no parecen futbolistas menores, pero sin embargo la carencia de gol está asfixiando a un equipo que por momentos está maniatado por su excesivo celo defensivo; de tanto guardar la ropa no dejan sacar lo que tiene dentro.

Y eso que Álvaro Morata hace lo que puede, ya que es una de sus mejores temporadas que se le recuerdan, pero la baja de Griezmann la ha notado mucho el equipo. En un principio el Atlético pensaba (y aún sigue haciéndolo) en Edinson Cavani como solución, pero ahora que el PSG no da su brazo a torcer, los atléticos están sondeando el mercado en busca de otro crack que esté a la altura de lo que representaba El Principito.

Y Dusan Tadic del Ajax de Ámsterdam puede serlo. Los holandeses se han quedado sin Champions League y al futbolista, de 31 años, le interesaría mudar de aires y disputar sus últimos años en una liga de primer nivel. Además, pese a que los neerlandeses no quieren desprenderse de él, sí aceptarían la cesión por dos temporadas de Thomas Lemar. Con un valor de 25 millones, el Atleti ofrecería tal cesión y, en tal caso, 10 millones de euros. Atentos, en Madrid ya saben cómo se las gasta el serbio, eso sí, en el otro barrio.