Siete millones: el inesperado ingreso de Carles Tusquets para el Barça

A Carles Tusquets le queda muy poco como presidente del Barça, pues la Junta Gestora dejará el club en cuanto se celebren las elecciones. Algo que estaba previsto que se celebrara ayer, el domingo, pero que decidieron aplazar por motivos de seguridad y de sanidad. Era lo más sensato y lo más lógico, y de momento no hay día para que se vuelvan a celebrar, pero no debe de ser más tarde que en el mes de marzo. Sea como sea, está claro que ganará Joan Laporta.

Es el favorito de todos, y dan por hecho su regreso al cuadro azulgrana. Deberá de resolver varias crisis, pero, sobretodo, la económica, ya que tienen una deuda importante, y casi ni hay dinero en las arcas. Aunque, antes de que llegue, puede encontrarse con un ingreso inesperado, de unos siete millones de euros, que bien recibidos serán. Porque harán caja con la venta de dos jugadores sin hueco en el primer equipo, empezando por Sergio Akieme.

Nacido en Madrid, llegó a ser convocado por la selección española sub 19, pero se ha nacionalizado con Guinea Ecuatorial. Pasó por las categorías inferiores de Getafe y Rayo Vallecano, con el que debutó en la élite, antes de llegar al Camp Nou, para recalar en el filial, y tratar de ascender de Segunda División B. Pero, tras el intento fallido, regresó a La Liga SmartBank, esta vez, para jugar en la UD Almería, donde está siendo pieza importante.

Igual que Monchu, que era una de las grandes promesas de La Masía, y que también está a préstamo en el Girona. A sus 21 años, el ex del Real Club Deportivo Mallorca está siendo el cerebro y el motor de un equipo que pelea por lograr el ascenso a La Liga Santander, tras perder la categoría y bajar en 2019. El Barça no cuenta con ninguno de los dos, e incluyó una opción de compra obligatoria en sus contratos, cifrada en tres millones y medio de euros.

La condición era que disputaran 22 encuentros, para que se hiciera efectiva. Y eso es lo que está muy cerca de ocurrir.

En total, siete ‘kilos’, que nunca van mal.