Simeone cae en la trampa de Florentino: ridículo del Atleti e indignación en LaLiga ¿Y ahora qué?
La enorme polémica del choque entre Osasuna y Atlético salpica al Madrid y la competición
Hay un viejo refrán, un dicho popular de cuando los relatos orales dictaban las leyes naturales, que advierte aquello de ‘el que no llora, no mama’ y para Osasuna, con el derbi madrileño de eco, no puede haber más verdad escondida en esta frase si han de plantearla como argumento explicativo del desenlace de su partido ante el Atlético de Madrid, que se llevaron los rojiblancos (0-2) en un choque cargado de polémica. Las palabras, lamentables, de Miguel Ángel Gil Marín sobre la supuesta adulteración de LaLiga por parte del Real Madrid no obtuvo respuesta de Florentino, pero quien ha salido retratado ha sido el mismo equipo se Simeone en su visita a Pamplona.
Y encima el míster atlético no quiso en rueda de prensa esclarecer o recular sobre la metedura de pata del directivo de su club, sino que fue, como tantas veces, enigmático pero subjetivo: “expresó lo que muchos querían comentar”. Y los hados han querido que su parecer choque con la realidad, que también les beneficia. Sin decirlo directamente y tras el escándalo en Pamplona, el Atleti se retrató. Y eso que seguramente no lo necesite: ganó al Madrid con justicia, confirmó esos tres puntos con otros tres en El Sadar, un campo complejo, pero ha caído en una trampa difícilmente excusable y que siembra sospechas, las de siempre, también con los inquilinos del Metropolitano.
Simeone salió a bancar a Gil Marin. Un poco más de leña al fuego en medio de la polémica por los árbitros! pic.twitter.com/QkUIKxdzfI
— Juan Furlanich 🇦🇷🇻🇪 (@Jfurlanich) September 28, 2023
¿Y cuál es el resultado?, sencillo: el Atleti queda señalado pese a sus 6 puntos obtenidos. Así lo expresaba de forma más o menos alegórica el gran damnificado de la tarde noche de ayer, Jagoba Arrasate, técnico de Osasuna, que vio como le quitaban un gol por una acción más que discutible, le expulsaban por unas protestas justas y respetuosas, no excesivas, y además perdía a uno de sus referentes (Chimy Ávila) por otra acción al límite con Álvaro Morata. No extrañan sus declaraciones, directamente dirigidas a las quejas a Simeone, Gil Marín y el Atleti: “hay un trato muy diferente en esta Liga, nos han quitado la libertad de expresión”. Y eso, en tal caso, incluye a los rojiblancos, francamente favorecidos por todas las acciones dudosas en el choque de este pasado jueves en una liga plagada ya de sospechosos habituales.
El Madrid está tranquilo
El Real Madrid, que se metió en un lío una vez su medio de comunicación oficial cargó contra las decisiones del árbitro del derbi, no ha querido responder a las gravísimas acusaciones de Gil Marín y la jugada les ha salido a pedir de boca: solo unas horas después el Atleti se ha visto ante la realidad, esta vez eran ellos el equipo grande y han salido sonoramente favorecidos en un partido que ni mucho menos estaba decidido. En el Bernabéu sonríen por los designios del destino que ya advertía el refranero popular, el Atleti ahora calla y el resto, que son muchos, que están en medio, sufren en esta competición, la de todos.