Simeone no entiende nada: ¿Está esperando a mi destitución o qué?

El tiempo pasa y no parece llegar el día en el que el Mono Burgos se estrene por fin en un banquillo como primer entrenador. El ex guardameta argentino salió del Atlético de Madrid el pasado verano para poder encontrar un equipo con un proyecto en el que poner sus conocimientos tácticos a su disposición, pero los meses van pasando y ese equipo no aparece, y cuando lo hace, parece que no ofrece lo que el Mono solicita.

El último de los ejemplos ha sido el Newell´s. El equipo de la infancia de Leo Messi ha comenzado la Liga argentina en el Grupo B de una manera tan desastrosa que en la quinta jornada ha supuesto la destitución del que hasta ahora era su técnico, Frank Darío Kudelka. Los rosarinos habían pensado en el Mono para poder tomar las riendas de un club histórico que vive sus horas más bajas, y muchos en Argentina daban por cerrado un acuerdo que no se ha producido en las últimas horas. Es más, fuentes desde el país sudamericano afirman que las dos posturas están muy alejadas económicamente y que Newell´s ya está contactando con otros técnicos para ofrecerles el puesto vacante.

Por su parte, en España, el Cholo Simeone no entiende nada. Se suponía que su ex compañero y amigo, el Mono Burgos, había emprendido un camino independiente para poder entrenar a clubes y casi un año después aún no ha dado un solo paso de ese camino, lo que ha hecho que surja una pregunta en torno a él y sus verdaderas intenciones: ¿Está esperando a la destitución el Cholo Simeone para poder aceptar su primer trabajo como primer entrenador? Tanto Simeone como su entorno se comienzan a preguntar si puede haber algo de eso en la salida del Mono Burgos.

Simeone y su familia y amigos más cercanos creen que una traición así no es algo que pueda hacer el Mono Burgos pero como en el mundo del fútbol ya se ha visto de todo (sino que se lo pregunten a Luis Enrique y al que fuese su gran amigo, Robert Martínez) nadie pone ya la mano en el fuego. Por el momento, Simeone está con fuerzas de continuar hasta 2022, fecha en la que finaliza su actual contrato. Otra cosa será lo que decida el Atlético de Madrid en junio si finalmente LaLiga no llega a las vitrinas colchoneras.