Su fichaje ilusiona como Jude Bellingham: en octubre, ‘OK’ al galáctico que enfurecerá al Barça

El mercado de verano dejó en el Real Madrid varios de los fichajes más ilusionantes de los últimos años. El conjunto de Chamartín apostó por incorporar talento joven en lugar de lanzarse a por veteranos con experiencia, pero de menos calidad. En este sentido, la llegada de Arda Güler llenó de ilusión a la afición blanca, que tras una desafortunada lesión de rodilla, podría verlo debutar entre finales de mes y comienzos de octubre, según señala Mundo Deportivo.

Grandes noticias para el Real Madrid y no tan buenas para el Barça, que sabe que, si se cumplen los plazos de recuperación mencionados, el turco llegaría en plena forma al primer clásico de la temporada, fechado para el 29 de octubre en Montjuïc, que podría ser la sede del debut de Güler en un clásico.

Ante esta situación, el Real Madrid, que por ahora, solamente ve a Jude Bellingham como el único gran fichaje de la temporada (Kepa es un parche), tendría un nuevo motivo para ilusionarse. Y es que, pese a la revolución que ha supuesto el comienzo avasallador del centrocampista inglés, a los de Chamartín les falta algo más para aspirar a todo. Y es ahí donde entra un Arda Güler que promete ofrecer una dosis de magia que le vendrá muy bien al Real Madrid.

Ilusión con encaje complicado

Sin embargo, no todo son buenas noticias para el Madrid y Güler. El turco es un jugador que acostumbra a jugar en la mediapunta. Una demarcación que, en estos momentos, está ocupada por Jude Bellingham, hecho que complicaría mucho la presencia del turco como titular. Sin embargo, el inglés podría dar un pequeño paso hacia atrás en el rombo formado por Ancelotti, cediendo así la punta a Güler, para ser Bellingham, uno de los dos interiores, teniendo total libertad para incorporarse al ataque.

Así pues, la vuelta de Arda Güler se presenta como algo tan ilusionante como complicado para un Carlo Ancelotti que, si quiere apostar de primeras por el turco, deberá hacer algunos ajustes en su alineación habitual, teniendo que mover hacia atrás a un Bellingham que funciona muy bien en el vértice superior del rombo de la medular del Real Madrid.