Su nefasto rendimiento y Frenkie de Jong lo echaron del Barça, jugó con CR7 y sigue en caída libre

Hemos hecho mención en infinidad de ocasiones a las malas decisiones tomadas por Josep María Bartomeu en cuestión de movimientos en el mercado. Bien es cierto que el fichaje de Philippe Coutinho ocupa, sin duda alguna, la primera posición en el ranking de peores operaciones llevadas a cabo por el expresidente del FC Barcelona, pero apostar por André Gomes también puede tildarse como un error de bulto de la directiva.

El centrocampista portugués, quien durante mucho tiempo fue tan indiscutible en la selección nacional como CR7, llegó a Barcelona un año después de una maravillosa campaña en las filas del Valencia, pero su rendimiento en las filas blaugranas en ningún momento hizo frente a las expectativas depositadas con este traspaso y el precio pagado por el futbolista luso, 37 millones.

Su etapa en Barcelona estuvo marcada por los percances musculares sufridos y su irregularidad, una irregularidad que le impidió exhibir mostrar su mejor nivel y que provocó su salida al Everton en calidad de cedido. No obstante, en Goodison Park, Gomes tampoco fue todo lo protagonista que esperaban en el Barça para darle continuidad en el proyecto y, a su vuelta, el jugador se topó con un contratiempo que provocó su despedida definitiva del equipo: el fichaje de Frenkie de Jong.

Asumido ya el error cometido con André Gomes, Bartomeu decidió desembolsar 86 millones para concretar la llegada del neerlandés y el portugués no tuvo otro remedio que probar fortuna lejos del Camp Nou, aunque más de cuatro años después se puede afirmar que esa fortuna le ha sido esquiva.

Tras sendas aventuras en el Everton (de nuevo) y en el Lille como cedido, el club de Liverpool ha decidido traspasar al futbolista y, aprovechando que el mercado turco aún está abierto (finaliza el día 15), el Fenerbahçe se postula como el próximo destino del centrocampista, quien a sus 30 años está a punto de dar otro paso atrás en su carrera deportiva.