Tchouameni y Camavinga hallan la clave al lío por Kroos y Modric: decisión inédita de Ancelotti
Velocidad frente a fútbol control; potencia y presión ante posesión: lucha de antagonismos
En el Real Madrid se está librando una guerra entre antagonismos futbolísticos, entre la velocidad de juego, el alto ritmo constante o el fútbol control y de precisión; entre la potencia y presión mantenidas contra la posesión y la pausa en la construcción de las jugadas. Y esta batalla la está ganando la primera fuerza sobre la segunda, la juventud sobre la veteranía, el físico sobre la técnica. Carlo Ancelotti, que nunca había prescindido de Toni Kroos y Luka Modric, ya lo hace, y por un motivo.
O lo que es lo mismo, Aurélian Tchouameni y Eduardo Camavinga son ya los líderes de la medular, secundados al costado por el inamovible Fede Valverde y como enlace entre la línea de ataque y la sala de máquinas, Jude Bellingham. Los dos jugadores franceses unidos en el once eran una rara avis hasta la fecha, tanto en Francia como en el Real Madrid, y sin embargo, su poderío y su capacidad de exigir al rival y robar balones han convertido el binomio en el nuevo catecismo; porque dan más de lo que quitan, porque para Bellingham son claves y el inglés es la nueva clave.
Con ellos, y Fede, el Real Madrid posee un control del juego y del balón más voluble, como se ha visto en el arranque liguero, lo que deriva en bastantes ocasiones recibidas, pero en cambio exigen más precisión al rival y por tanto más velocidad en su ejecución, pero sobre todo más ritmo, lo que no todos los conjuntos pueden soportar. Lo estamos viendo, el Madrid lleva a sus rivales sacando la lengua a los tramos decisivos de las segundas partes. Esto, como decimos, tiene un riesgo, pero es la nueva normalidad.
Rodrygo and Camavinga pulled out some tricks and Tchouameni was like “Nahh I’m good” 😂
— 𝗜𝗰𝗼𝗻𝗶𝗰 𝗕𝗹𝗮𝗻𝗰𝗼 (@IconicBlanco) August 22, 2023
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No significa ni que Kroos y Modric no vayan a volver a jugar juntos, que lo harán, ni que la presencia de uno de ellos esté vetada en el once, pero sí significa que Ancelotti ha cambiado y lo ha hecho por Bellingham: que el inglés esté poniendo la creatividad y, encima, los goles, significa que por detrás debe haber además de clase, músculo, el que le proporcionan los dos internacionales franceses. Y Jude Bellingham es insustituible. Si hay lío por la suplencia del germano y el croata, Carletto aporta su argumento rotundo; la decisión, probada con hechos, está tomada.