Se va con Neymar y deja tirado a Florentino Pérez: fuga en el Real Madrid

En las últimas horas conocíamos que Luka Modric estaba realmente cerca de salir del Real Madrid. Ya no es titular indiscutible, y menos con la irrupción de Fede Valverde, y, a sus 34 años, ha llegado su declive deportivo. Está lejos de su mejor versión, que no volverá, y las lesiones musculares han comenzado a perseguirle. Este invierno o en verano será la última oportunidad para cambiar de aires.

Algo que beneficiaría tremendamente a las dos partes, pues el cuadro blanco podría sacar un pellizco por un futbolista en los últimos años de su carrera profesional. El balcánico, por su lado, podría firmar un último gran contrato y vivir una última experiencia antes de colgar las botas. Y el Tottenham había aparecido en escena como el club más interesado.

Se dice en Inglaterra que podría entrar en un cambio de cromos con Christian Eriksen y que en Londres sueñan con el regreso del que fue uno de los grandes ídolos de la afición. Pero la realidad es que al ‘10’ no se le pasa por la cabeza ir a un club en crisis deportiva, que difícilmente el año que viene jugará la Champions League, y donde no podría ganar ningún título. 

Prefiere conocer un país y una liga en la que no haya estado, y donde le prometan trofeos, además de un buen salario. Y ese destino ideal sería el Paris Saint-Germain, que busca mediocentros, pues Leandro Paredes está en la rampa de salida y Ander Herrera no acaba de convencer a Thomas Tuchel. Incluso estarían dispuestos a hacer un pequeño desembolso por Modric.

A Luka le pondrían sobre la mesa un salario de entre 12 y 15 ‘kilos’ limpios al año. El Balón de Oro, por tanto, ya ha elegido. A no ser que aparezca algo mejor, su destino es el Parque de los Príncipes.

Un buen sitio.