¡Valverde no aguanta más al francés! El Barça ya tiene sustituto a Dembèlè
Otra nueva lesión antes del partido contra el Getafe es la tumba para el internacional con Francia
El tiempo de Dembèlè en el Fútbol Club Barcelona tiene fecha final. El jugador parece estar maldito como blaugrana y la paciencia de la directiva y el cuerpo técnico ya se ha acabado con él. No es que el jugador se lesione por sus condiciones biológicas, que también influyen, es que no se cuida nada y no se preocupa por su estado físico. Y eso pone de los nervios a la dirección deportiva, que no es la misma que le fichó, y a Ernesto Valverde, que ha hecho todo lo posible por recuperarle.
Pocos jugadores han tenido tantas oportunidades como Dembèlè en el equipo catalán. Pocos o ninguno. Y las ha ido quemando todas. Primero por su actitud fuera del terreno de juego, llega tarde a los entrenamientos de vez en cuando, como si fuera una rutina para él. No tiene una vida ordenada, no se relaciona demasiado con sus compañeros. No gusta en el vestuario tampoco sus ínfulas de estrella. No se ha adaptado a Barcelona. Se encierra en casa con su familia y amigos y se pasa los días jugando a la Play Station.
Y dentro del campo aunque ha brillado en ocasiones no ha lucido al máximo nivel que se le presupone. Y además el año pasado falló el que podía haber sido el 4-0 contra el Liverpool en la ida. Muchos aún le recuerdan su fallo. Lanzo como ha sido la carrera del francés en el Barça. Sin fe y sin ganas. Un lanzamiento con sabor a lesión.
Ayer en el Barcelona B Alex Collado marcó uno de los goles del año. En un slalom incréible se fue de todos para acabar marcando de tacón. Ernesto Valverde que este año ya ha dado la alternativa a Carles Pérez y Ansu Fati apunto el gol. Quiere dar la oportunidad a Collado en el primer equipo. Es extremo y puede suplir a Dembèlè en la plantilla. Partiendo siempre por detrás de los ya citados.
La cantera del Barça irrumpe de nuevo con fuerza. Quizás sea la solución a los problemas de Valverde. Quizás sea tan solo otro problema más para él. La presión en Barcelona es insufrible.