¡Vaya talento!: El Clásico se lo lleva el Madrid; el Barça, ¿ahora qué?

Si finalmente se plantea un escenario en el que los movimientos de altura escasean debido a unas cifras por los grandes cracks que sus clubes no piensan rebajar y que siguen sin acoplarse a las exigencias del mercado, entonces los equipos deberán mirar el futuro en sus plantillas y tirar con lo puesto. En este sentido, tanto Madrid como Barça tienen mucho que temer, sin embargo el cuadro de Concha Espina –al que solo le hace falta afinar la puntería de cara a portería- le tiene absolutamente ganada la apuesta por los jóvenes a un Barcelona con poco margen de mejora en este aspecto.

De los jugadores cedidos por el Barcelona, hay dos que no contarían entre los jóvenes con talento, edad comprendida desde los 22 y 21 años hacia abajo. Uno es Philippe Coutinho, el cual, además, supone un gran inconveniente si se da este contexto planteado, ya que ni es joven ni barato ni tiene una ficha –cercana a los 12 millones de euros- fácilmente asimilable por equipos interesados en él. El otro es Rafinha, y está cansado de ser un segundo plato. Del resto solo hay incógnitas, ya que ninguno ha contado especialmente en los planes de la primera plantilla.

Desde Carles Aleñá a Marc Cucurella –que además puede salir sin que el Barça pueda hacer nada-, pasando por Wagué, Todibó o el mismo Juan Miranda, ninguno parece tener espacio en este Barça, lo cual certifica que la mayoría de edad será la tónica de la plantilla culé para la 2020/21. No así un Real Madrid que gana jóvenes y algunos de ellos ya están entre los más sugerentes de Europa.

A los brasileños Vinicius Junior –pura certeza ya-; Rodrygo Goes, que ya se ha curtido en Champions League y LaLiga, o Reinier, esperanza de futuro; se unen las garantías de Fede Valverde, la propuesta de Eder Militao y las llegadas de Martin Odegaard, Achraf, Reguilón, Andriy Lunin y Kubo (siempre pensando que Brahim Díaz salga del equipo). Incluso en la terna de jóvenes se podría incluir a un Luka Jovic que solo tiene 23 años.

El futuro en el Madrid, sea cual sea el escenario, está asegurado. Al Barça solo le queda preguntarse, ¿y ahora qué?