Venta obligada: Busquets y Pedri se cargan al protegido de La Masía
El futbolista ya despierta muy poca ilusión en el Camp Nou
Durante las últimas campañas el FC Barcelona ha ido protagonizando saltos a escena de jugadores formados en La Masía que en poco tiempo han logrado hacerse con un hueco importante en la primera plantilla blaugrana. Este es el caso de Pedri González, Gavi o Nico, tres futbolistas que ya esta temporada han tenido suma repercusión a las órdenes de Xavi y Koeman, especialmente los dos primeros, y que ahora están considerados la piedra angular del proyecto culé.
Eso sí, hay otro jugador formado en La Masía que hace solamente unos años llegó incluso a generar más ilusión que los tres nombres mencionados, pero su evolución no ha sido la esperada: Riqui Puig. El futbolista de Matadepera apenas ha gozado de protagonismo desde que dio el salto a la primera plantilla blaugrana y ahora el club está decidido a desprenderse de él de forma definitiva.
Durante los últimos mercados de traspasos se ha valorado seriamente ceder el canterano catalán para que termina de forjarse como jugador de primer nivel, pero Xavi ha demostrado que no confía en él. A comienzos de curso, durante la estancia de Koeman al frente del vestuario, se señalaba al neerlandés como el culpable de que Riqui no tuviera más peso en el equipo, pero con Sergi Barjuán y con Xavi el jugador tampoco ha logrado revertir esa dinámica.
Si ya la presencia de los tres futbolistas mencionados, amén de la de Sergio Busquets, supone un gran impedimento para que pueda colarse en los planes del equipo, el fichaje de Franck Kessié, el cual está sellado a falta de hacerse oficial, será el golpe definitivo para las aspiraciones de Riqui Puig, quien no tiene otro remedio que aceptar la decisión del club y salir este verano.
Es más, aunque acceder a un préstamo es la opción que más se ha valorado en los últimos años, ni Joan Laporta ni el propio Xavi confían en que el jugador pueda ser útil en el futuro y de ahí que la perspectiva de la directiva respecto a su salida sea clara: es una venta obligada del FC Barcelona para oxigenar las arcas de club, una venta que rondará los 10 millones de euros.