Ayer por la tarde se hizo oficial lo que era un secreto a voces, Arthur Melo se iba a la Juventus y Marlem Pjanic llegaba al Barcelona. El equipo italiano paga 72 millones de euros por un jugador que le valió 31 al Barcelona hace dos años mientras que el club catalán paga 60 por el bosnio, de 30 años. En términos económicos la operación es buena, en términos deportivos es otra cosa. La plantilla se opone a la llegada del mediocentro de la Juventus tras ver sus declaraciones hace 11 años en un diario deportivo español.

Soñaba con jugar en el Madrid

Corría el año 2009 y el Pjanic era un desconocido para la mayoría, pero sonaba para firmar por el Madrid en verano. Aquel verano llegaron Cristiano, Kaká, Karim Benzema… Florentino estaba de vuelta y sacó la billetera para hacer un equipo de ensueño y poder ganar al Barça de Guardiola. El bosnio era uno de los jóvenes que el Madrid tanteó. Finalmente, no dio el paso.

Sin embargo, Pjanic dijo que era seguidor del Real Madrid desde los galácticos y que era gran admirador de Ronaldo y sobre todo de Zidane y afirmó que algún día, tarde o temprano, acabaría jugando en el equipo blanco. No va a ser así y el destino ha querido que a sus 30 años y tras un exitoso pasó por la Serie A acabe jugando en el Barça a partir del próximo agosto.

La plantilla en pie de guerra

A la plantilla, sobre todo a los pesos pesados, no les ha gustado lo que leyeron ayer. Quieren gente comprometida con el club y la situación y no jugadores que llegan rebotados y que encima se han declarado madridistas. Pjanic no empieza con buen pie.

Bartomeu sabe que estas cosas pueden pasar, aunque si es verdad que no manejaba las declaraciones hasta que ayer salieron a la luz. El presidente blaugrana está tranquilo y considera, contrario a la opinión de la mayoría, que la operación es buena para el club.

Pjanic soñaba con jugar de blanco, pero lo hará de blaugrana. No siempre se cumplen los sueños.