Vini y Mbappé lo sabían y Bellingham y Camavinga lo agradecen; eso sí, se avecina lío para Carletto

El Madrid sigue haciendo aguas en la fase de construcción, pero el italiano consiguió dos cosas ante el Villarreal

Vini y Mbappé lo sabían y Bellingham y Camavinga lo agradecen; eso sí, se avecina lío para Carletto

El Real Madrid logró ante el Villarreal (2-0) dos cosas, amén de una tercera, que hacen ver a Carlo Ancelotti que el cambio que se venía barruntando por los problemas del juego merengue se ha consumado y puede perpetuarse, al menos a la espera de alguna solución mejor. De momento el nuevo plan, a costa de Rodrygo Goes, deja tres puntos y una portería a cero que permiten a los blancos distanciar al Atleti y mantenerse aferrado al ritmo por ahora inalcanzable del Barça.

Explicado el tercer triunfo de los de Concha Espina ante el Submarino Amarillo, el de la tabla, leamos entre líneas sobre las ganancias blancas ante los de Marcelino. De entrenada y aparentemente, el Madrid no mejoró mucho su juego, menos aún su peligro sobre la portería del adversario, pero sí ganó seguridad y más control del esférico y, además, consiguió sacar la pelota jugada desde atrás con mucha más suficiencia, algo que no se veía desde Toni Kroos. Y esto sí es un paso al frente.

Para ello hacía falta ese cambio, el de sacrificar un miembro del tridente, que estaba claro iba a ser el de Osasco, para situar tres centrocampistas puros por detrás de Vini Jr. y Mbappé, con uno algo más liberado, como es Bellingham. Con Camavinga y no con Tchouameni, el Madrid puede permitirse eso, su técnica individual da más rapidez y claridad a la distribución y desde ahí se puede crecer, de nuevo, para desgracia de Rodrygo e incluso dicha del ex del Mónaco, quien puede jugar tranquilo como escudero de una fuerza motriz en la sala de máquinas.

RM

Falta profundidad y frescura

Eso sí, ahora el debe viene de las bandas, a las que les falta profundidad, mejorar la presión, que es tímida y descompensada, y ganar en vértigo y electricidad, cualidades que permanecen adormiladas porque solo Vini Jr. ha despertado en esta liga; a las estrellas de Francia e Inglaterra aún se les espera.

No obstante y a la espera del regreso de Tchouameni a la medular junto a Camavinga, Modric y Güler parecen las alternativas creativas en la zona de máquinas que refuercen las tres victorias merengues ante el Villarreal, esas que den más seguridad al juego desde el 4-4-2 y no sobre el 4-3-3, por lo que Rodrygo va a sentarse en el banquillo con cierta asiduidad. Veremos cómo lo gestiona el de Reggiolo.

Rodrygo