Vinicius y Valverde elevan al Madrid al más alto nivel, pero Ancelotti señala a 3 jugadores

Para el Real Madrid de Carlo Ancelotti ayer no había margen de error. Tras una mala racha de resultados (con la derrota contra FC Barcelona en la Supercopa de España, el empate a 0 ante la Real Sociedad y la derrota frente al RCD Mallorca), en la final del Mundial de Clubes contra el Al Hilal solo había un resultado posible: ganar. Dicho y hecho, los merengues se pusieron el mono de trabajo y, liderados por unos estelares Vinicius y Valverde, los españoles se proclamaron campeones del mundo por octava vez, tras ganar la final por 5 goles a 3.

Sin embargo, más allá del triunfo, lo cierto es que el rendimiento de algunos futbolistas ayer fue insuficiente, evidenciando problemas de raíz en la plantilla merengue. Es por ello por lo que Ancelotti tomó nota de lo sucedido en Marruecos y señaló especialmente a su defensa, poniendo el foco en David Alaba, Antonio Rüdiger y Eduardo Camavinga.

En el primero de los casos, el austríaco se mostró durante la final demasiado pasivo en algunas acciones defensivas y transmitió al equipo una preocupante falta de seguridad, especialmente a la hora de contener los diversos ataques del delantero del Al Hilal Marega, que terminó el encuentro con un gol en su cuenta particular. 

Y si comentamos que Alaba no rindió a un buen nivel, peor lo hizo su pareja de baile en el centro de la zaga ayer, Antonio Rüdiger, quien claramente fue el máximo damnificado del mal encuentro defensivo de los merengues en la final del Mundial de Clubes. De hecho, el alemán quedó retratado saliendo en la foto en dos de los tres goles saudíes (primero rompiendo el fuera de juego, sin acompañar el movimiento de Alaba) y segundo perdiendo la espalda ante Vietto.

Finalmente, el último de los tres señalados del partido de ayer, Eduardo Camavinga, no fue tan sonado como los dos anteriores, pero demostró que su parche en el lateral izquierdo tiene fecha de caducidad. Y es que, si bien el francés había rendido con solvencia en su nueva posición, lo cierto es que ayer se mostró mucho más discreto con varios errores dañinos para los intereses blancos y, además, concedió demasiado peligro atrás.

Sin duda alguna, tres piezas que ayer no funcionaron como deberían. Algo de lo que, por otro lado, también se dio cuenta el propio Carlo Ancelotti que, seguro, no acabó satisfecho con su defensa ayer.